La muerte de un periodista

José Colombo, jefe de redacción de El Norte, fue otra víctima de las bandas parapoliciales

Los dos hombres ingresaron en la redacción del diario El Norte, en San Nicolás, sin preocuparse por disimular sus intenciones. Uno llevaba una escopeta Itaka y el otro un revólver calibre 38. Con esas armas se abrieron paso hasta la redacción. Eran las 15.30 del 3 de octubre de 1973.

El del revólver se quedó custodiando a los periodistas. El otro siguió avanzando hasta la oficina de José Domingo Colombo, el jefe de redacción. Abrió la puerta de un golpe y le dio un empujón al periodista Alfredo Busch.

-Con vos no es la cosa —le dijo.

El hombre giró, apuntó a la cabeza de Colombo, sentado ante una máquina de escribir, y disparó. El periodista no tuvo tiempo de intentar un mínimo gesto de defensa.

Colombo tenía entonces 37 años y había ganado un sólido respeto como periodista. Nacido en Pergamino, había cursado estudios de derecho y filosofía en La Plata para radicarse luego en San Nicolás.

El crimen de Colombo tuvo una particularidad en la lista de hechos adjudicados a la Triple A: sus autores fueron detenidos. El mismo día, cuando escapaban en dirección a Buenos Aires, la policía de Arrecifes detuvo a Juan Sanz y Ramón Bauchón González, con un auto en el que llevaban granadas de mano y de gases lacrimógenos, una libra de trotyl y varias armas.

En el curso de la investigación se estableció que Sanz fue el autor de los disparos contra el periodista. Los dos acusados, sin embargo, recibieron la pena de prisión perpetua, el 23 de septiembre de 1976.

Sanz murió en prisión de una nefritis. El final de Bauchón González fue peor. Cumplió 19 años en prisión y quedó en libertad condicional, pero el 19 de marzo de 1993 fue detenido en averiguación de antecedentes por dos policías, en la ciudad de San Nicolás. Durante el interrogatorio fue torturado a golpes y con el submarino seco. A causa de la paliza falleció tres días después, por lo que los policías involucrados fueron llevados a juicio y condenados a prisión perpetua.

"José era una persona multifacética —recuerda Aída de Pauli, su esposa—. Podía escribir de muchas cosas y se lo pasaba estudiando. Siempre analizaba mucho. Trataba de comprender las conductas ajenas".

Esas cualidades hicieron que al cumplirse treinta años de su muerte, Colombo fuera recordado con un acto en el Salón de los Constituyentes de la Casa del Acuerdo de San Nicolás. Allí se presentó un libro con sus poemas inéditos, como para mostrar que aquel periodista todavía tiene cosas que enseñar.

José Colombo fue asesinado a los 37 años.