| sábado, 04 de octubre de 2003 | Exámenes médicos del deceso de Diego Sequeira comprometen a guardicárceles Tres pericias no dejan duda de que un preso de Las Flores fue asesinado La tesis oficial fue el suicidio. Dos forenses y un perito dicen que la posición y marcas del cuerpo lo refutan Paola Irurtia / La Capital Tres pericias médicas avalan que la muerte del interno Diego Sequeira, ocurrida el 2 de abril de 2000 en la cárcel de Las Flores, no es compatible con los patrones de un suicidio. Las dudas que sugieren las investigaciones, dos de ellas impulsadas por el juez de la causa a instancias de la Cámara Penal de Santa Fe, avalan la denuncia de los familiares del recluso, que desde el primer momento plantearon que había sido un asesinato. Ellos reclaman que el juez cambie la calificación de muerte dudosa por la de homicidio y avance en el procesamiento e indagatoria del personal del Servicio Penitenciario que desde el primer momento fue involucrado en la muerte por numerosos testigos. Uno de esos testigos murió en circuntancias "dudosas", en el mismo penal, dos semanas después.
A tres años y medio de la muerte de Sequeira, el juez Dardo Rosciani dividió la causa en dos partes. En la primera asume que el preso sufrió apremios el mismo día de su muerte sin recibir atención médica. Por ello están procesados tres agentes penitenciarios: José María Robledo, Omar Javier Gómez y Adrián Alejandro Cuello; el subalcaide de la cárcel, Luis Holzinger, y el alcaide, Oscar Daniel Mansilla. La segunda parte se mantiene con la calificación de muerte dudosa, sin imputados.
Con las tres pericias médicas en la mano, la mamá de Diego, Dora Viano; la pareja de su papá, Liliana Herman; y la representante legal de la familia, Patricia Hidalgo, reclaman que el juez "impute y procese por homicidio al personal del Servicio Penitenciario que se encuentra acusado desde primer momento por la muerte de Diego".
Informe contundente El informe que realizó el médico forense del Poder Judicial Rodolfo Arancibia hace una descripción exhaustiva de las lesiones que lo llevan a concluir de un modo contundente que Sequeira murió por un acto criminal. El médico analiza las huellas del lazo, el peso del cuerpo, la posición en la que pendía y las lesiones halladas en contraposición con las esperables en un suicidio realizado con un trozo de sábana.
El informe precisa que entre el piso y la parte media del cuello había una distancia de 69 centímetros. "Con desplazarse solo 1 centímetro el cuerpo de Sequeira alcanzaba el suelo, sin poder producirse una constricción fatal", señala. Y descarta que el peso le haya provocado el estrangulamiento y "los severos daños en los planos profundos del cuello".
"Aún considerando que pudo haber existido alguna acción de peso del cuerpo (al colgarse) es coincidente y certero que ésta fue mínima o de muy poca envergadura", indicó el médico al analizar las lesiones superficiales. "Si el cuerpo no interviene como fuerza constrictora del lazo, debemos descartar el ahorcamiento como forma mecánica de producir asfixia", concluye. "Será un colgado o suspendido, pero su forma de muerte por asfixia mecánica no pudo ser por ahorcadura", subraya.
La mano que aprieta El forense retoma además una observación realizada por el perito del Poder Judicial de la Nación, Héctor Vásquez Fanego, quien señaló en un informe fechado el 11 de noviembre de 2002 que la posición de "todo cuerpo que es descolgado (...) no está en principio de acuerdo a la postura del cuerpo que se halla plasmada en las fotografías" tomadas por el SP al momento de su supuesto hallazgo.
El perito de parte, Florencio Castoldi, realizó un análisis de forma individual, que coincidió en todo con el presentado por Arancibia. Castoldi explicó que las lesiones que Sequeira presentaba el cuello "sólo pueden ser provocadas por compresión manual", dada su ubicación y profundidad. El forense también indica que las lesiones que presentaba en los miembros inferiores "son altamente compatibles con lesiones provocadas por terceros como producto de inmovilización corporal o defensa".
"Para el procesamiento sólo hace falta la presunción de la duda, y las pericias son coincidentes en que Diego no murió por suicidio", como indicó el primer informe, realizado por la forense Amalia Calvo, señaló Hidalgo. "Con esa presunción, el juez podría procesar a los acusados. La certeza es un beneficio con el que cuentan los procesados en una segunda instancia, en Sentencia, pero que no está considerada para la Instrucción de la causa", insistió la abogada.
Tras la presentación de los informes forenses, el juez procesó al alcaide del penal, Oscar Daniel Mansilla por severidades agravadas e incumplimiento de deberes, aunque no modificó la calificación de la causa de muerte que aún permanece siendo "dudosa" para la Justicia. "Da la impresión de que nos quisiera conformar con eso, que en la causa civil significaría que podemos cobrar una indemnización, para que no sigamos adelante con el reclamo por la muerte", replicaron los familiares.
Rosciani había dictado falta de mérito para el subalcaide Holzinger, medida que fue revocada por la sala IV de la Cámara de Apelaciones santafesina en marzo de 2002. El tribunal de alzada, que confirmó el procesamiento de los agentes penitenciarios por apremios, solicitó una nueva investigación sobre Mansilla y nuevas pericias para que el magistrado profundizara la investigación sobre la muerte de Sequeira. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Según los análisis, Sequeira fue estrangulado. | | |