| sábado, 04 de octubre de 2003 | Mundial de Rugby Quesada y Contepomi buscan ser el apertura de Los Pumas Aníbal Fucaraccio / Ovación El seleccionado argentino de rugby está decidiendo por estas horas el quince inicial para encarar el complicado partido inaugural de la V Copa del Mundo de rugby en el que deberá enfrentar el próximo viernes a Australia, el local, organizador y único bicampeón mundial.
Para organizar la armada anti Wallabies, el cuerpo técnico argentino se debate dentro de un plantel confiable que ha sabido mostrar variantes de calidad a la hora de ingresar a una cancha ya que durante el ciclo que comandan Marcelo Loffreda y Daniel Baetti la base de jugadores que tienen posibilidades ciertas de titularidad se ha ampliado hasta límites insospechados en otros tiempos.
En este Mundial Los Pumas llegan como nunca antes: con un proceso serio y responsable de 4 años sobre sus espaldas, sin convulsiones internas inoportunas y con la motivación extra que representa tratar de emular la heroica participación en Gales 99.
Pero dentro de los puestos que aún no tienen dueño en el equipo argentino, hay uno en especial que implanta un interrogante tan viejo y visceral como el mismo rugby. Para calzarse la diez albiceleste hay dos candidatos de fuste, dos aperturas consagrados, de prestigio internacional y con características absolutamente diferentes como Gonzalo Quesada y Felipe Contepomi.
Sabido es que los que ocupan esa posición influyen directamente en la estrategia de juego o viceversa. Pero siempre el clásico conductor de un equipo que se precie de tal es el apertura. Ambos exhiben particularidades tan distintas que obligan a adoptar inexorablemente una postura conceptual, casi filosófica.
Quesada es el último goleador de la Copa del Mundo. Sus 102 tantos en Gales fruto de su precisión en los envíos a los postes merecen un reconocimiento fuera de discusión. Hoy Quesada es el mejor pateador argentino, no hay dudas. Pero su poca predisposición al compromiso defensivo y su falta de virtuosismo e intuición en la elaboración de los movimientos coordinados presentan un costado flaco difícil de disimular, aunque es válido admitir que en los últimos años el ex Hindú ha mostrado algunos signos de evolución en esas facetas.
Felipe Contepomi, en cambio, se hace fuerte en la capacidad para darle vuelo a la pelota, propone un tackle más firme en un sector clave dentro del campo y ofrece una alternativa de valía con su impronta en ofensiva. Pero su irregularidad para patear a los palos que a veces condiciona su temperamento también alimenta esta duda razonable que se desata al momento de elegir un conductor: ¿efectividad o talento? enviar nota por e-mail | | Fotos | | Ledesma, Sceizo y Grau abren el juego. | | |