Descabezadas

Las policías Federal y bonaerense, principales fuerzas de seguridad del país, quedaron descabezadas en menos de dos meses a raíz de casos de corrupción y tanto el gobierno nacional como el provincial no designaron nuevos jefes.

La contratación de material informático con sobreprecios a una empresa de familiares y el descubrimiento de una cuenta con 330 mil dólares en un paraíso fiscal llevaron los comisarios generales de la Federal, Roberto Giacomino, y de la bonaerense, Alberto Sobrado, respectivamente, a rendir cuentas a la Justicia.

Ahora, para el Ministerio de Justicia nacional y la cartera de Seguridad en La Plata el objetivo es el mismo: el nuevo jefe debe resistir un pormenorizado análisis de antecedentes y una minuciosa investigación patrimonial.

Las autoridades nacionales y bonaerenses buscan, sin margen de error, encontrar a la persona indicada para atacar una de las principales problemáticas que aquejan a la sociedad, como lo es la inseguridad, y, a su vez, ser un ejemplo de honestidad para sus subordinados.

En ambas casos quedaron al frente de las fuerzas los segundos jefes, Eduardo Prados, en la Federal, y Eduardo Colacci, en la bonaerense, aunque ninguno de los dos fueron confirmados como los nuevos titulares.

El ministro Gustavo Beliz anunció ayer que la designación del nuevo jefe de la Federal demandará, al menos siete días y fuentes de su cartera no descartaron que el hombre sea Prados, "por su honestidad", pero se está midiendo el nivel de ascendencia sobre la tropa.

En el caso de la bonaerense, acéfala desde que se descubrió que el entonces coordinador Sobrado tenía una inexplicable cuenta en las Bahamas, aún no está definido si se nombra un nuevo jefe o si se descentraliza totalmente y se coordina desde el ministerio.

Entre quienes bregan por la figura de un jefe policial a cargo de una estructura verticalista, el nombre que circuló como firme candidato en los últimos días es el del comisario general Claudio Smith.

Sus detractores dentro de la fuerza vinculan a Smith con ex jefes policiales, algunos de ellos dueños de agencias o consultoras de seguridad, duramente cuestionadas por el camarista de San Isidro Fernando Maroto al denunciar la venta de información a bandas sobre potenciales victimas.

En este marco, el ministro de Seguridad, Juan José Alvarez, confirmó ayer que no prevé cambios en la estructura policial y ratificó en su cargo al subcoordinador, Colacci.