Germano asegura que no hay tregua hasta fin de año en la quita de subsidios

Educación ratifica la política hacia los privados y niega acuerdo con la Iglesia

El ministro le respondió al arzobispo de Santa Fe, quien dijo que Reutemann había "comprometido su palabra"

Laura Vilche / La Capital

"No puedo decir que el arzobispo esté faltando a la verdad, pero sí puedo decir que Educación está aplicando la norma a todos los colegios privados y a buen ritmo". Así contestó ayer el ministro de Educación provincial, Daniel Germano, cuando La Capital le preguntó su opinión acerca de las declaraciones que realizó el arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo. Es que el prelado había declarado tras reunirse con el gobernador Carlos Reutemann que en lo que queda del ciclo lectivo no habría modificaciones en el tema de los subsidios a los colegios religiosos. "Hay una palabra comprometida de que las cosas van a seguir el cauce normal, sobre todo hasta fin de año para no llevar más dificultades a los docentes y a los padres", dijo Arancedo.

Si bien Germano reconoció no estar al tanto de la reunión que había mantenido el arzobispo con Reutemann, remarcó: "No entiendo por qué Arancedo dijo lo que dijo. No les llevamos dificultades a los docentes, ni a los padres, ni a los colegios. El establecimiento que quiera cobrar una cuota excesiva que lo haga, pero no a costa de los subsidios del Estado".

La batalla entre los colegios privados y la cartera educativa se desató en marzo pasado cuando el ministerio dispuso que las escuelas que recibían una subvención del 100 por ciento para pagar los salarios a sus docentes (168 colegios en Rosario) no podrían cobrar cuotas que superaran los 38 pesos por mes. Y advirtió que a los que transgredieran la norma se les reduciría y hasta suspendería el subsidio. También se ajustaron las cuotas de los colegios parcialmente subsidiados.

De allí en más comenzó un fuego cruzado. La Iglesia Católica de la capital provincial y las federaciones que agrupan a los 700 colegios privados de la provincia pusieron el grito en el cielo y presentaron un recurso administrativo. Germano denunció que algunos establecimientos encubrían sus holgadas cuotas detrás del pago obligado a sus fundaciones. Entre los acusados figuraba la escuela Stella Maris, de Fisherton, cuyo propietario, según reconoció un directivo, es el Arzobispado de Rosario. Ese colegio recibe un subsidio del 100 por ciento.

El corolario de esa larga pelea lo sintetizó ayer Germano cuando dijo: "Educación se vio obligada a eliminar el subsidio en algunos establecimientos, y a reducirlo en unas 20 escuelas. Otras 15 acordaron la reducción, y aun estando habilitadas para incrementar sus cuotas, unas 15 más no lo han hecho". Y tras ese balance volvió al ruedo: "Seguimos adelante con las auditorías, nadie puso freno a la intención de limitar las cuotas desmedidas de las escuelas que reciben subsidio estatal".


Palabra comprometida
Según el arzobispo de Santa Fe, la "palabra comprometida" que obtuvo durante la reunión con Reutemann sería una tregua para los colegios católicos. "Esperemos que no haya ninguna cosa -añadió- que pueda perturbar el término de un año difícil, que no se pongan más dificultades a este año complicado. Por eso, de parte del gobierno debe haber la mejor disponibilidad (...). Así que esperemos que no haya nuevos planteos sobre estos temas".

Pero al conocer estas declaraciones Germano aseguró que no hay en juego ningún tipo de contemplación para las escuelas privadas en general y católicas en particular. "Sí hay una normativa -dijo- que fija cuál es el monto de la cuota y el aporte. Aquí, el 90 por ciento de 600 escuelas se sostuvo con un subsidio del cien por ciento que debería haber sido una excepción. Esto habla a las claras de la falla de la oferta pública".

El gobernador y el ministro de Educación.