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Se perfila una reducción en la producción de trigo

En artículos anteriores venimos mostrando la evolución de las reservas hídricas en la región pampeana y en especial la permanencia de la sequía del oeste de la región, que abarca principalmente el sudoeste de Buenos Aires, La Pampa y sudoeste de Córdoba.

En primera instancia es relevante remarcar que entre el oeste bonaerense, las delegaciones pampeanas, el centro y oeste cordobés se alcanza casi el 30% del trigo nacional. Desde el punto de vista climático, podemos pensar en comparar lo que viene sucediendo en esta campaña con lo acontecido en alguna anterior con similares características. Dado que uno de los principales signos de la región pampeana es el de su variabilidad climática (fundamentalmente en su régimen pluviométrico), no es fácil hallar un año comparable , pero hemos elegido para este fin 1995.

Simulando una cobertura de trigo, mostramos los mapas que corresponden a los almacenajes promedios entre el 20/9 y el 30/9 para los años 1995 y 2003, con el fin de recordar el estado de las reservas en aquella oportunidad y compararlas con las actuales. Se puede apreciar almacenajes muy bajos en ese momento en el semicírculo que nos preocupa ahora, pero también la situación era peor sobre el centro y este de la región pampeana.

Analizando caso por caso,en el sudoeste y oeste de Buenos Aires las reservas tienen, según las tendencias climáticas actuales, una probabilidad escasa de revertir la situación actual n trigo. Lo mismo La Pampa y probablemente al sudoeste de Córdoba.

Considerando como borde el semicírculo que envuelve a las reservas adecuadas, deberían recibirse durante los próximos 15 días unos 80 mm, demanda que se incrementa hacia el oeste. La probabilidad de que estas precipitaciones se den dentro de este período no exceden el 25 %. O sea, es muy improbable pensar a esta altura en obtener rindes satisfactorios para los trigos dentro del área comprometida.

Observando los rendimientos de trigo obtenidos en la campaña 1995-1996, vemos que en el caso del sudoeste de Buenos Aires se ubicaron un 30-35% por debajo del promedio de la década del 90. En el caso del noreste de La Pampa y noroeste de Buenos Aires, los rindes cayeron entonces un 15-20%. En el sudoeste de Córdoba, resultaron aproximadamente 30% inferiores al promedio de la década del 90. Esta zona muestra una importante variabilidad, con resultados que dependen fuertemente de las reservas hídricas previas, acumuladas durante el otoño, y la concreción posterior de las esperadas lluvias de primavera. Este comportamiento se extiende hacia San Luis. El estudio no es concluyente, pero puede darnos una idea de la magnitud de pérdida si la oferta de lluvias en primavera no llegase a satisfacer las necesidades hídricas actuales, como indica la tendencia prevista.

Consultora de Climatología Aplicada (CCA)