Año CXXXVI Nº 49978
Política
Economía
La Ciudad
Información Gral
Opinión
La Región
Escenario
El Mundo
Policiales
Página Solidaria
Cartas de lectores


suplementos
Ovación


suplementos
ediciones anteriores
Educación 27/09
Campo 27/09
Salud 24/09
Autos 24/09


contacto

servicios

Institucional

 lunes, 29 de septiembre de 2003

Pocas pistas en torno al crimen de dos hermanas
Los pesquisas no hallan elementos para dar con él o los asesinos de Samay y Elvira Pérez Villalón

Los investigadores de la Brigada de Homicidios trabajaban anoche, bajo un estricto hermetismo, para encontrar pistas que los lleven hasta él o los homicidas de las hermanas Samay y Elvira Pérez Villalón, cuyos cadáveres golpeados fueron encontrados la noche del viernes en su vivienda de 8 de Noviembre 560, en el barrio Sarmiento.

Entre las hipótesis que investiga la policía está el grado de conocimiento que los homicidas habrían tenido de las mujeres, de 71 y 73 años. "Hasta el momento no hay ninguna pista en firme, pero no se descarta que él o los autores hayan conocido a las víctimas", dijo un pesquisa. Para fundamentar esta sospecha contó que "las puertas y ventanas del antiguo caserón" donde mataron a las hermanas Pérez Villalón "no fueron violentadas".

"Si bien se puede especular que los criminales hayan ingresado por los fondos que dan a un baldío, saltando un tapial, también pueden haber ingresado porque alguna de las hermanas les franqueó el acceso", explicó la fuente.

El jefe de la Brigada de Homicidios, comisario José Luis Juárez, dijo en tanto que "el médico forense estimó que la muerte de ambas mujeres dataría de unas 36 horas ante de que fueran hallados los cuerpos", poco después de las 20 del viernes. Según ese informe, lo crímenes ocurrieron la mañana del jueves.

Samay Pérez Villalón, la menor de las hermanas, era docente jubilada de la Universidad Nacional de Rosario y tenía planeado casarse en octubre próximo con Alberto Domínguez, un ex decano de la Facultad de Derecho, de 84 años. Su hermana Elvira era profesora de piano, y entre ambas tenían un ingreso mensual conformado por una jubilación de docente y una pensión de pocos menos de $400.

Los investigadores también descubrieron que "si bien la casa estaba dada vuelta, por el desorden que dejaron el o los homicidas, pareciera que los criminales buscaron algún dinero oculto u otra cosa de valor".

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados