Rafaela hizo cuatro y sigue siendo una fiesta

Goleó a Gimnasia y Esgrima y está segundo

El sorprendente Atlético de Rafaela supo aprovechar al máximo la apatía de un Gimnasia y Esgrima La Plata muy flojo en todas sus líneas y lo goleó 4 a 0, resultado que lo ubicó como uno de los escoltas de Boca Juniors, el líder del torneo.

El conjunto santafesino, que se puso en ventaja en el primer tiempo a través de Emanuel Villa, hizo la diferencia en la etapa final, en la que en una ráfaga mortal de diez minutos le dio forma de goleada a su victoria con tantos de Gonzalo Del Bono, Leonardo Di Lorenzo y nuevamente Villa, esta vez de penal.

Decidido a hacer valer su localía, Atlético salió a atacar desde el arranque y en el primer cuarto de hora complicó en varias ocasiones a la última línea visitante.

Recién después de los quince minutos Gimnasia logró acomodarse un poco mejor en el terreno y emparejar un poco el desarrollo. El Lobo al menos tuvo un poco más la pelota y Luis Rueda y Gustavo Bartelt no quedaron tan desconectados del resto.

Pero a los 37, cuando a Rafaela más le costaba generar peligro, Villa armó una muy buena jugada individual y, tras eludir a un defensor, sacó un derechazo cruzado para el 1 a 0. Un golazo.

El ingreso del uruguayo Gonzalo Choy por Andrés Madrid tras la reanudación pareció revitalizar a Gimnasia, pero esa sensación comenzó a evaporarse a medida que el local fue encontrando los espacios para lastimar a su rival.

La fiesta de los locales y la debacle del equipo platense comenzó a los 18 y tuvo su pico máximo en los diez minutos siguientes, lapso en el que Atlético anotó tres goles.

El segundo llegó como consecuencia de un tiro libre de Carlos Juárez que Del Bono conectó de cabeza al segundo palo. Sobre los 23, el ayer dubitativo Juan Carlos Olave le tapó un mano a mano a Di Lorenzo, quien al conectar el rebote la mandó a la red con una media vuelta. A los 28, Marcelo Goux le cometió un penal a Villa y el ex delantero de Huracán lo trocó por gol con un remate bajo y levemente inclinado hacia la derecha.

Ezequiel Medrán, quien ingresó por Angel Comizzo (sufrió un tirón en el aductor izquierdo que no le impediría jugar el miércoles ante Rosario Central), perdió una pelota ante el delantero. Y Rueda, que quedó con Carlos Bovaglio como único obstáculo, pateó la pelota al único lugar donde no tenía que hacerlo: a las piernas del defensor. (DyN)

Villa enloquece festajando el primer gol.