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 domingo, 28 de septiembre de 2003

Asesinaron a golpes a dos ancianas hermanas
Fue a la altura de Sorrento al 500. Se presume que los homicidas ingresaron con intenciones de robo

Dos ancianas hermanas aparecieron asesinadas a golpes en la tarde de ayer en la casa en la que vivían, en la zona norte de la ciudad. Se presume que el brutal crimen fue cometido por ladrones que ingresaron a la casa en busca de algún objeto de valor determinado, aunque se ignora cuál pudo ser.

El crimen ocurrió en la vivienda de 8 de Noviembre 560, donde vivían Samay Pérez Villalón, de 71 años, y Elvira Pérez Villalón, de 73. Ambas aparecieron muertas a golpes en distintas habitaciones.

El hecho quedó al descubierto luego que un hombre de 84 años, que es pareja de la menor de las hermanas, se extrañó por el hecho de que las mujeres no contestaban a sus llamados telefónicos. Por eso decidió comunicarse con un vecino, quien al asomarse por los fondos advirtió un desorden extraño en la vivienda.

Minutos después de las 19 la policía ingresó en la casa y halló los cuerpos. Las hermanas presentaban golpes en distintas partes y sobre todo en la cabeza. Se supone que llevaban al menos 36 horas de fallecidas.

La casa estaba completamente revuelta, aunque los ladrones dejaron los electrodomésticos y otros objetos -como un reloj- que podrían tentar a delincuentes comunes. Algunos policías suponían que los homicidas habrían buscado algo en particular, como una suma de dinero.

Los homicidas ingresaron a la casa por la parte trasera. El patio de las víctimas se comunica con un terreno baldío que tiene frente sobre la cortada Paso Uspallata.

Los vecinos se manifestaron anoche consternados por el brutal episodio. Las hermanas vivieron en la casa toda su vida. Eran solteras y cuando su padre -un policía- falleció, una de ellas cobró la pensión que recibía el hombre. Poco después murió la madre, y la otra hermana comenzó a percibir la jubilación que le correspondía.

Los ingresos de las ancianas eran magros y anoche los vecinos estaban sorprendidos por la elección de las víctimas que hicieron los homicidas.

"Eran dos mujeres excelentes y queridas en el barrio", dijo un vecino todavía conmovido por el crimen. El hombre fue uno de los que alertó a la policía cuando desde su terraza vio la luz encendida en la casa. "Lo que me llama la atención es que no se hayan llevado nada. Dejaron el televisor y la radio", comentó el hombre de unos 60 años.

Al parecer, una relación entrañable unía a este vecino con las dos mujeres a quienes había ayudado a gestionar los trámites jubilatorios en los Tribunales provinciales.

Las Pérez Villalón ocupaban una casa de grandes dimensiones en un barrio habitado por personas de clase media. El inmueble tenía dos terrenos arbolados. La fachada de la casa está revestida de ladrillos vistos y la casa tiene dos ingresos: una puerta de chapa y a varios metros un portón de metal que semeja el ingreso a un garaje.

El caso es investigado por la seccional 10ª y la Brigada de Homicidios.

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La puerta de ingreso a la casa de las mujeres.

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