Torneo del Interior

Rugby: Duendes, por convicción

Pablo F. Mihal / Ovación

Por convicción y por inteligencia. Así podría resumirse el porqué Duendes consiguió una nueva victoria, esta vez ante Huirapuca por 20 a 16 en uno de los partidos correspondientes a la Zona B (segunda fase) del Torneo del Interior, certamen que organiza la Unión Argentina de Rugby.

El partido no le resultó nada fácil. El conjunto de Concepción fue un rival tremendo y si bien en líneas generales hubo cierto equilibrio, los verdinegros pudieron volcar la balanza a su favor en los últimos minutos cuando fue a dar batalla en el ingoal rival y aprovechó muy bien el hombre de más que tenían por la amonestación del medioscrum Leandro Molinuevo.

Los factores externos también jugaron su partido y al fin de cuentas terminaron por ser condicionantes del resultado: un fuerte viento cruzado y por momentos una insistente llovizna fueron los convidados de piedra.

En los pasajes iniciales, Duendes tuvo viento a favor pero más allá de contar con esa ventaja cometió muchos knoc on que no permitieron que los ataques prosperaran. Así se desperdiciaron varias situaciones propicias para desnivelar.

A pesar de superar en el juego a su rival, Duendes no sacó una gran diferencia en el primer parcial como para estar tranquilo en el segundo tiempo. Huirapuca se lució en el ruck y en el line y con esas dos herramientas complicó al dueño de casa, que intentó frenar los ataques aunque los tackles de ayer no tuvieron la contundencia de otras tardes.

Luchado y sin concesiones, el partido estuvo para cualquiera. De hecho en el complemento el liderazgo cambió de dueño y Huirapuca pasó al frente con un drop de Tristán Molinuevo cuando apenas había pasado el cuarto de hora.

De ahí hasta el final Duendes no declinó en sus aspiraciones de llevarse el partido y puso todo en la cancha para lograrlo. Esa indeclinable determinación tuvo su premio. Y se reflejó en el lugar menos pensado. Duendes, con menos físico pero con más técnica, sacó del scrum la carta ganadora y sobre el final del partido pegó la estocada letal que le dio nuevamente una alegría.