Una historia que empezó a escribir con Fito Páez

Luis y Fito tienen un romance artístico inocultable. En la década del 80 grabaron "La, la, la", un disco doble que fue una de esas perlitas del rock nacional. Y ahora se viene "Anima bendita", el segundo disco que los encontrará juntos en un estudio de grabación.

En su show de Rosario, Spinetta incluirá, como una especie de nuevo clásico de su repertorio, a "Las cosas tienen movimiento", que en el grupo spinettiano lo identifican más como "siempre estarás en mí".

"Ese tema va de cabeza, es una canción divina". Luis tiene por Páez una admiración que trasciende lo artístico. "Su calidad humana hace que cuando me reencuentro con él, sea con el corazón abierto, que es lo que él es. Es la única forma de tratarlo a Fito, con el corazón abierto. El sabe que yo también soy así. Y en ese plano es maravillosa nuestra relación. Somos hermanos de algo que no sabemos bien qué familia es pero que la creamos nosotros".

Sin que nadie le pregunte, Luis adelantó su nuevo proyecto con Fito."Vamos a hacer un disco nuevo, yo creo que sí, él lo dijo, y yo no tengo porque desmentirlo. Estamos viendo que lo vamos a hacer. «Anima bendita» va a ser el nombre, porque fue el que elegimos en su momento. El primero, «La, la, la» era como un balbuceo y el segundo va a recorrer un camino inmenso para poderse llamar «Anima bendita». Ese título ya nos quedó, por ahí se lo cambiamos, pero muy difícil, yo creo que la condición que tenemos que aceptar es que se va a llamar como ya lo nombranos cuando terminamos «La, la, la»".

Luis tiene asumido su rol de abuelo, tanto como Fito el de padre. El Flaco lo deja claro en su último disco, en el que les dedica un tema a sus nietos. A sus 53 años, ya tiene tres: Angelo (de su hija Catarina y Nahuel Mutti) cumple tres años en noviembre, Benicio (de la misma pareja) tiene uno y tres meses, y Brando de Dios, que ya cumplió uno y dos meses (de su hijo Dante y Majo).

En "Lenguaje del cielo" le pide a ese "niño precioso" que bajo su mirada inocente lo esconda para que no se torture más. "Hay una gran advertencia a mis propios amados nietos: «Te recompensará con su sal el mar, y sólo eso será» -dijo-. No pienses que te van a dar nada por ser un niño precioso en un instante, vas a tener que labrar el diamante que querés ser en la vida, sin obtener recompensa alguna. Es algo medio zen, ¿no?"