Circunvalación y Rivarola

Intentó robar una bicicleta y cayó muerto por la policía

Estaba prófugo de la seccional 24ª. Dicen que resistió su detención a los tiros

Uno de los presos que protagonizó la fuga masiva de la seccional de Granadero Baigorria el pasado 26 de junio cayó muerto en un presunto enfrentamiento con la policía ocurrido en la zona sudoeste de la ciudad. Según la policía el tiroteo se produjo luego de que un par de delincuentes, entre los cuales habría estado el convicto abatido, asaltaran a dos muchachos en la zona de Rivarola y avenida Circunvalación para robarles una bicicleta.

Ocurrió cerca de las 2.15. Según informaron fuentes policiales, todo comenzó cuando efectivos que realizaban un operativo de prevención en Circunvalación y Rivarola se encontraron con dos muchachos de 17 y 18 años que denunciaron haber sido asaltados por dos delincuentes que intentaron robarles las bicicletas. "Los policías salieron en búsqueda de los delincuentes por las inmediaciones y unos metros al oeste del túnel que cruza Circunvalación se cruzaron con dos sospechosos", narró un vocero de la UR II.

"En esas circunstancias, los uniformados impartieron la voz de alto. Uno de los sospechosos levantó las manos en señal de entregarse, mientras que el otro se fugó a pie. Así se produjo un segundo tiroteo entre el ladrón y los policías que terminó con el primero herido de muerte", señaló la fuente. Según trascendió, el hombre abatido presentaba disparos en el tórax y las piernas. Al principio la policía tardó algunas horas en establecer la identidad del muerto.

Se trata de Oscar Daposo, de 46 años. En tanto el detenido resultó ser un muchacho de 18 años, oriundo de la provincia del Chaco. La policía reportó el secuestro de "dos revólveres calibre 38 que estaban en poder de los delincuentes".

En cuanto a Daposo, el caso más resonante en el que estuvo implicado fue la fuga de 22 presos de la comisaría 24ª de Granadero Baigorria el 26 de junio pasado. El episodio fue inédito en la historia policial de la provincia. Aquella madrugada de invierno, había 32 internos alojados en el penal que tenía capacidad para la mitad.

Ningún policía que estaba en la guardia de la comisaría detectó la evidente situación anormal. Lo único que se supo, siempre de acuerdo a la versión oficial, es que los internos cavaron un túnel mínimo, de entre 40 y 50 centímetros de ancho, que conectó uno de los calabozos con el patio trasero de una vivienda particular. La fuga fue descubierta recién a las 8.30, cuando los policías debían llevar a un interno a un control médico en el Hospital Eva Perón y se encontraron con apenas diez presos en los calabozos.

La fuga superó en número a la producida en enero de este año en la comisaría 1ª de Rosario, de donde huyeron con idéntica táctica 20 reclusos. En los dos casos se dispusieron cambios de destino y pases a disponibilidad de las principales autoridades de la zona, pero el gobierno provincial nunca se resolvió la situación de superpoblación de detenidos en las comisarías.

Dopaso se había fugado con otros 21 presos.