La EPE remató cientos de elementos de rezago

Cada dos años, la Empresa Provincial de la Energía (EPE) tiene que rematar toneladas de rezagos que amenazan con colapsar los depósitos de almacenamientos que tiene diseminados en toda la provincia. Pero ese no es el único problema. La venta de los elementos que ya no se utilizan intenta detener además el cirujeo que realizan algunas personas. "Como los depósitos son en su mayoría al aire libre, hay gente que se mete en los predios y roba elementos", aseguró el subinterventor de la empresa energética, Sebastián Chiola. La subasta se realizó ayer en el Colegio de Martilleros de Rosario (Moreno 1546).

Con este claro objetivo, la EPE puso a la venta desde transformadores de tensión de distintos tipos hasta motores eléctricos, baterías, cubiertas, muebles, útiles de oficinas y vehículos destartalados.

Según explicó Chiola, los elementos subastados fueron en su mayoría "piezas que fueron reemplazadas por ser obsoletas o haber sufrido desperfectos irreparables".

La operación se realizó a partir de las 10.30 y estuvo a cargo del martillero Claudio López, con quien colaboraron Laura Buzey, Aníbal Lacorazza, Marcelo Alvarez Mathos y Santiago Revagliatti. Se pusieron a disposición de los oferentes dos lotes y, con la lectura del edicto y el pliego de condiciones, se largó la subasta, aunque antes los martilleros contestaron preguntas de los interesados.

Cada vez que un elemento o pieza mecánica es reemplazada o dada de baja, la EPE los almacena en grandes depósitos que tiene diseminados en toda la provincia, como los almacenes de Rosario, Santa Fe, Reconquista y Rafaela. Allí, toneladas de cables, tableros, planchuelas de hierro y conductores de aluminio se amontonan a la espera de que se realice la subasta.

"Generalmente los rezagos salen a la venta cada dos años, que es el período en el cual los depósitos comienzan a colmarse y ya no tenemos lugar para almacenarlos", admitió Chiola.

Pero a la falta de espacio se suma otro inconveniente: los robos y el cirujeo. "Como los predios donde se almacenan los rezagos son depósitos al aire libre, el problema que se nos presenta es que algunas personas ingresan a cirujear y se roban algunos elementos", indicó el subinterventor, al tiempo que subrayó que "lo que más buscan los cirujas es el cobre".

Chiola explicó que en la subasta de ayer se remató "una importante cantidad de rezagos" que se acumularon en las sucursales que la EPE tiene en Rosario, Villa Constitución, Firmat y San Lorenzo, y en las agencias de Alvarez, Casilda y Venado Tuerto.