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 jueves, 25 de septiembre de 2003

Tiroteo en Mitre al 600. Hirieron a un matrimonio que esperaba el colectivo
Un custodio privado quiso impedir un asalto y baleó a dos peatones
Un grupo de ladrones redujo a un guardia y arrebató un maletín con $ 70 mil al portavalores de una inversora y huyó en una moto

Ariel Etcheverry y Sergio M. Naymark / La Capital

Fueron al menos cinco balazos que llenaron de adrenalina la hora pico del microcentro. Dos de esos disparos hirieron a un matrimonio que esperaba un colectivo en Mitre y San Lorenzo. Afortunadamente, anoche la pareja permanecía internada fuera de peligro. Eran las 14.50. Los bancos estaban por cerrar. La city estaba invadida de gente. El tránsito se embotellaba en las esquinas y los bocinazos atronaban los oídos. Entonces, dos empleados de una agencia de inversiones salieron del local de Mitre 630 acompañados por un custodio. Llevaban en su poder un maletín con 70 mil pesos en efectivo y lecops. Empezaron a caminar hacia calle Santa Fe, presuntamente con destino a un banco. Pero sólo pudieron hacer unos 30 metros. Una pareja de delincuentes los interceptó frente a una casa de iluminación, golpeó con la culata del revólver al guardia, arrebató el maletín y se trepó a una moto tipo enduro en la cual un tercer hombre los esperaba. Tras ellos salió a toda velocidad un utilitario blanco con un cuarto hombre al volante que segundos antes había cortado el paso de vehículos en la esquina para ayudar al escape. Toda la acción fue vista por otro custodio de la empresa operadora de bolsa que salió a la calle y enfrentó a tiros a los maleantes. Sus balas fueron las que alcanzaron al matrimonio inocente.

"Un portavalores de NGA Inversiones iba con un custodio. Llevaban un maletín con dinero. Cuando estaban a la altura de la casa de iluminación (a unos 30 metros de la empresa) fueron abordados por dos delincuentes que al parecer los estaban esperando. Entonces comenzaron a forcejar", comentó Oscar, el vigilador del edificio de Mitre 632, uno de los testigos que presenció el atraco.


Una maniobra distractiva
Fue en ese momento, coinciden los vecinos y comerciantes de la céntrica esquina que observaron el hecho, que una Fiat Fiorino de color blanco apareció por calle San Lorenzo y en una brusca maniobra se atravesó en la esquina con Mitre, impidiendo el paso del tránsito y obligando a una joven ciclista a arrojarse del rodado a la vereda. Este hecho no fue menor. La gente sospechó de un accidente y enseguida dirigió sus miradas a la esquina. Incluso, un grupo de estudiantes secundarios corrió hacia el lugar para ver lo que había pasado. Pero todo fue una maniobra distractiva, el verdadero golpe ocurría a media cuadra de allí.

La pareja de maleantes, con la culata de un revólver, golpeó en la cabeza a Carlos Martín Ronchi, el custodio de 28 años de la empresa Servicio Central de Vigilancia que acompañaba al portavalores Oscar Raúl Losada, de 65. Con el guardia reducido en el piso y tras robarle un revólver calibre 32 largo marca Taurus, agarraron el maletín de Losada y una joven ladrona se trepó a la moto que había aparecido por Mitre desde el sur y emprendió la huida. El otro asaltante tuvo que correr unos metros para poder treparse al rodado y no quedar abandonado.

Fue entonces cuando se escuchó el primer disparo y tras él "unos cuatro más", según coincidieron empleados de Litoral Gas que trabajaban tras los cristales de la empresa y que se tiraron "al piso por las dudas", según contó uno de ellos.

Así las cosas, el otro custodio de NGA , Ernesto Adrián Cantero, de 28 años, salió a defender a su compañero y, sin tener en cuenta la multitud que a esa hora caminaba por el lugar, abrió fuego con su arma. El tiroteo fue "al mejor estilo far west", de acuerdo a la descripción de un testigo al que se le atragantó el almuerzo en el bar ubicado en la ochava noroeste de San Lorenzo. "Uno de los delincuentes tiraba con las dos manos", precisó el hombre que prefirió no identificarse y que también vio como "un muchacho que cruzaba la calle empujando a su bebé en un cochecito tuvo que tirarse arriba de la criatura para protegerlo de los disparos".

En tanto, Fernando alcanzó a tirarse detrás de los cajones de frutas y verduras que se apilaban frente a su verdulería cuando empezaron a sonar las estampidas. El comerciante creyó ver que "el tipo que iba en la moto disparó hacia atrás cuando escapaba, pero no creo que más de una vez".

Cuando la gente volvió en sí de lo ocurrido, Isaac Sznaiderman y su esposa Rosa Plotner estaban tirados en la vereda, en la parada de colectivos de Mitre y San Lorenzo. Allí esperaban un ómnibus para ir a visitar a un familiar. Ambos tenían sus torsos bañados en sangre. El hombre, de 76 años, había sido alcanzado por un proyectil disparado por el custodio en el tórax. A su esposa, de 70, otra bala del mismo arma le ingresó por el brazo izquierdo y se alojó en el tórax. Ambos estaban internados anoche en el Policlínico Pami I y fuera de peligro, aunque Isaac permanecía en terapia intensiva.

Las pertenencias del matrimonio quedaron en manos del verdulero Fernando, quien recuperado del susto se acercó a la pareja, a la que conoce, y se quedó junto a ellos hasta que dos ambulancias los trasladaron al hospital.

"No puede ser que tiren así", se quejó una mujer que podría haber sido alcanzada por las balas mientras los heridos eran asistidos por los paramédicos. Otras personas que estaban en la misma esquina no reparaban en agravios contra el custodio que hirió con su arma al matrimonio. "Hijo de puta, dejá de tirar así, vas a matar a alguien", corearon varios de los presentes según contó poco después un habitué del bar de Mitre y San Lorenzo.

Los hombres del Comando Radioeléctrico que llegaron al lugar poco después, no sólo derivaron a los heridos al centro asistencial sino que también empezaron a buscar rastros de los maleantes. Así encontraron que una bala había impactado en una persiana metálica de Litoral Gas, frente mismo a la operadora de bolsa; otra se incrustó en el cordón de la vereda este, a la altura del ex cine Atlas; y un pedazo de plomo fue encontrado bajo una scooter azul estacionada sobre la vereda oeste de Mitre, a escasos pasos de NGA.

Aunque las pericias de planimetría policial anoche no habían concluido, llamó la atención de los investigadores que "la mayor cantidad de impactos fueron hechos sobre la vereda este y por el sentido de huida de los delincuentes, los disparos de ellos tendrían que haber impactado sobre la otra vereda". Ese dato fue corroborado por un testigo, vecino del edificio que se levanta junto a la operadora de bolsa, que bajo reserva de identidad les contaba a todos los periodistas presentes que "el custodio que salió del negocio se paró detrás de ese arbolito (un delgado paraíso ubicado frente a NGA), agarró la pistola con las dos manos y empezó a tirar".

Otro elemento sobre el que trabajaban los pesquisas a última hora de ayer es la filmación que quedó registrada en las cámaras de seguridad que el Banco Bisel, ubicado en la esquina de Mitre y San Lorenzo, tiene instaladas en el exterior del edificio. La disposición de esas cámaras capta todo lo que ocurre en la esquina del microcentro y allí habría quedado grabada la huida de los delincuentes en la moto y la Fiorino. Sin embargo, en una primera instancia, un oficial de Jefatura dijo que "las imágenes son poco claras y deberán ser estudiadas con detenimiento".

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Rosa Plotner es atendida tras recibir el balazo.

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