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 lunes, 22 de septiembre de 2003

Dos testigos falsos no impidieron el procesamiento de un barrabrava
Intentaron desvincular al "Chaperito" Bustos del ataque a balazos contra un hombre, en la zona oeste

Después de la presentación de dos testigos falsos ante la Justicia, el barrabrava de Rosario Central Juan Alberto Chaperito Bustos fue procesado por herir de gravedad a otro hincha del club auriazul al que le perforó a tiros las piernas, cuando charlaba con una vecina que resultó herida en la cabeza. Además Bustos se encuentra preso y ahora fue perjudicado por una medida judicial que, si queda firme, habilitará el comienzo de un juicio en su contra.

Bustos, quien dos años atrás aseguró a este diario que se había retirado de su actividad en la hinchada de Central, fue procesado por el juez de Instrucción Alfredo Ivaldi Artacho en una causa por lesiones graves, agravadas por el uso de arma de fuego. El hecho se remonta al lunes 23 de diciembre de 2002, cuando Darío Osvaldo Balcalá fue baleado en las piernas en la zona oeste de Rosario.

Eran las 19.30 cuando Balcalá conversaba con su vecina María Salinas, de 46 años, frente a un kiosco de pasaje 6 de Diciembre al 6800. Frente al local se detuvo un auto del que bajó un hombre que, tras recriminarle algo a Balcalá, vació el cargador de un arma que sería un revólver calibre 32 largo. Cuatro disparos hirieron a Balcalá en las piernas y otro quedó atrapado entre el cráneo y el cuero cabelludo de la mujer, que sólo sufrió una herida leve porque el disparo llegó de rebote. En cambio Balcalá sufrió serios riesgos de perder la vida porque uno de los balazos afectó una arteria y debieron practicarle un by pass.

Tanto las víctimas como la mujer que atendía el kiosco señalaron a un mismo hombre como el autor de los disparos: Tito o Chaperito Bustos, hijo de Carlos Bustos, conocido por encabezar el peligroso sector de la barrabrava canalla conocido como los Chaperitos.

Juan Alberto Bustos se entregó en Tribunales casi dos meses más tarde, el 19 de febrero. Fue acompañado de la vecina herida en la cabeza, quien entonces negó que Bustos hubiera sido el autor del ataque. Pero al día siguiente la mujer regresó al juzgado y explicó que había desvinculado al Chaperito porque éste la había pasado a buscar en un taxi "para que fuera a declarar". Aunque la mujer no mencionó haber sufrido presiones, el juez Ivaldi Artacho interpretó que la actitud de Bustos fue una clara instigación al falso testimonio y también lo procesó por eso.

Poco más tarde también se retractaría Balcalá. El herido negó toda relación del Chaperito con los disparos. Apareció entonces un hombre llamado Osvaldo Luciano Arredondo, que se presentó como el protagonista de la discusión con Balcalá.

Arredondo dijo que Balcalá había sacado un arma y, en medio de un forcejeo, se disparó a sí mismo. En un careo, Balcalá terminó admitiendo que tenía miedo de Bustos. Y reconoció que Arredondo era un amigo del barrabrava que sólo buscaba favorecerlo. Al fin, también Arredondo terminó acusado por falso testimonio.

La mujer herida decidió no instar la acción penal contra Bustos, por lo que el único proceso que siguió en marcha fue el del ataque a Balcalá. El juez le negó la excarcelación al Chaperito en virtud de sus antecedentes y por la gravedad del hecho que le imputan. Ahora lo procesó y la resolución, que fue apelada, está a consideración de la Cámara Penal.

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