 | lunes, 22 de septiembre de 2003 | Fatal accidente en un edificio de 9 pisos ubicado en Mitre al 1300 Un nene murió al caer de un ascensor Tenía seis años y era el menor de la familia. Hasta anoche la policía no podía precisar qué había sucedido Un niño de seis años murió ayer después de desplomarse en el hueco de un ascensor de un edificio ubicado en Mitre al 1300. Ni la policía ni los vecinos pudieron precisar las circunstancias que rodearon la caída, pero se supone que el accidente se originó en un desperfecto técnico del elevador.
Federico era el menor de los tres hijos de la familia Peralta y, desde que nació, compartía con ellos el departamento del 9º piso del edificio de Mitre 1326. Sobre el mediodía, el nene estaba con su papá cuando sus vecinos escucharon los gritos del hombre mientras descendía por las escaleras.
"Fue terrible. El papá bajaba corriendo y pidiendo auxilio. Yo me metí en casa para llamar una ambulancia y cuando salí ya lo había rescatado", contó una vecina de la planta baja, todavía conmocionada.
La misma versión encontró La Capital en varios de los 18 departamentos del edificio. "El papá lo sacó de la planta baja, pero no sabemos cómo se cayó. Es terrible", aseguraron.
El hombre llevó a su hijo en un taxi hasta el Sanatorio de los Nuevos Ayres, de Pellegrini al 1300. Pero, según confiaron desde el efector, el chico llegó en muy mal estado y no se pudo evitar su deceso.
El edificio de Mitre 1326 se inauguró hace unos 10 años. Tiene 9 pisos y cuenta con dos ascensores, ambos flanqueados por dos puertas. La primera es de madera y da al palier, mientras que la segunda se pliega sobre la cabina. Ayer, uno de los elevadores exhibía un cartel que, en grandes letras mayúsculas, daba cuenta del accidente sucedido: "Prohibido usar el ascensor", rezaba el letrero.
Según los informes trazados por los peritos de la comisaría 2ª de la policía, la cabina de este elevador se encontraba detenida entre el sexto y el quinto piso. Y las puertas de acceso desde el palier se encontraban cerradas y trabadas.
"Aparentemente el ascensor se detuvo y el nene, al intentar salir, se resbaló por el hueco. Pero son todas suposiciones, no tenemos nada claro porque nadie lo vio", indicaron fuentes de la comisaría, que todavía no habían podido tomar declaraciones a los padres del chico "por el estado de shock en que se encontraban".
Antecedentes trágicos Los casos de accidentes por caída de ascensores o de personas por los huecos donde se desplazan estos aparatos no son nuevos en Rosario, donde más bien se han venido sucediendo con cierta frecuencia en los últimos años.
El más reciente se produjo el 1º de abril de este año en el geriátrico El Descanso, de avenida del Rosario 135 bis, en el barrio Saladillo, donde la víctima fatal fue una mujer de 83 años. La institución no contaba con habilitación municipal, y el ascensor nunca había sido registrado en el Departamento de Ascensores y Elevadores de la Secretaría de Servicios Públicos de la Municipalidad.
Apenas seis meses antes, el 12 de octubre de 2002, un operario murió al desplomarse desde un 12º piso en el pasaje Alfonsina Storni 727. La víctima, Fernando Torres, trabajaba en una empresa que se dedica a la reparación y mantenimiento de ascensores. El 16 de agosto del mismo año una empleada doméstica salvó su vida por milagro en Mitre 248. También cayó por el hueco, pero el ascensor estaba un piso más abajo, y sólo sufrió una fractura de tobillo y traumatismos varios.
Otro caso en el que primó la fortuna fue el del ascensor que se cayó del piso 11 en el edificio de avenida del Huerto 1115 con 13 jóvenes adentro, los que sufrieron fracturas y politraumatismos. En este caso, está claro, no se trató de un problema del elevador, sino de tremendo sobrepeso.
En Urquiza 1949, una torre comenzó a sufrir el éxodo de sus habitantes después de varios accidentes en sus ascensores, uno de ellos en agosto de 2000, cuando el único que funcionaba cayó de un 8º piso con un saldo de cuatro heridos.
En septiembre de ese año, pasó lo propio en el hotel de Barón de Mauá al 1000, donde el elevador cayó del tercer piso y un empleado resultó herido. Y el 2 de diciembre de 1999 en Presidente Roca y Salta cuatro personas sufrieron unos cuantos golpes y un buen susto al caer del 4º piso.
Un año antes, el 6 de agosto de 1998, la desgracia llegó a Tucumán 1591: un ascensor decapitó a Abel Angel Paultroni, quien estaba pintando los laterales del hueco. En ese caso, la negligencia estuvo en el control del funcionamiento del aparato, que no quedó inhabilitado mientras se realizaba el trabajo.
El día anterior La Capital había publicado un amplio informe donde daba cuenta de que la mayoría de los ascensores rosarinos tenía grandes fallas. Allí se recordaba la muerte de la pequeña Sofía Poletti, de dos años, en el edificio de Balcarce 1013, el 21 de octubre de 1996.
A pesar de las ordenanzas para garantizar mayor seguridad y de los controles que se hacen sobre estos aparatos, las tragedias siguen. enviar nota por e-mail | | Fotos |  | Todo era dolor tras la tragedia en el edificio. | | |