 | lunes, 22 de septiembre de 2003 | La sed del arte en el Malba El rosarino Leo Battistelli y Marta Ares comparten el espacio "contemporáneo"mientras Cristina Schiavi realiza una nueva intervención en el museo porteño Fernando Farina / La Capital Si uno se para en un rincón del piso inferior del Malba, cerca de un estanque, se puede tener una visión casi completa de cómo el museo de Costantini ha sido transformado en un espacio donde el arte contaminó toda la arquitectura.
En un primer plano aparece un "charco" de Marta Ares, más atrás uno de Leo Battistelli. Se trata de superficies construidas especialmente, paradójicamente secas, por encima del nivel del piso, para que uno pueda acceder de otra forma a pequeños paisajes.
Esta es una porción de "Sed", la muestra conjunta -curada por Adriana Lauría-, donde se habla del agua. Pero no sólo están los charcos, la vegetación y los bichos suben por las paredes y contaminan el techo. También están el sol y la luna, dos luces, uno como simple esfera sobre las plantas acuáticas y la otra como cuadrado celeste con un texto poético.
Más atrás, diseños traslúcidos de Cristina Schiavi recubren el vidriado ascensor del Malba. En la medida que sube y baja todo parece un complemento de la propuesta de Ares y Battistelli, es que se ve como si subiera el nivel del agua en los recortes verdes y azules.
Desde el lugar se ven también los dos pisos de arriba que balconean sobre el gran espacio dedicado al arte contemporáneo. Allí están colgadas obras de otros dos rosarinos: uno histórico, Antonio Berni, con su famosa imagen del hotel Chelsea, y metros más arriba, uno joven, Román Vitali, con una instalación lumínica de tubos.
Un detalle al margen, fuera de escena (aunque no se ve desde ese ángulo, uno sabe que están), dando la vuelta sobre este segundo piso, hay otras dos obras de rosarinos: Daniel García y Nicola Costantino.
Pero volviendo a "Sed", la propuesta se asemeja a todo lo que se puede decir del agua. Y hay mucho, desde pensar en un simple paisaje isleño hasta, como hace Ares, llegar a preguntar "¿qué porcentaje de sangre tiene el agua?
Infidelidad Justamente, es Ares, quien se mete en el espacio conjugando todas las materialidades. Ella trabaja en la incerteza de las combinaciones: hay plástico, resina, madera, video, textos, fotos. No tiene límites y asume ese riesgo en forma permanente contra los consejos de mantener fidelidad. Battistelli en cambio se centra en la cerámica, y a partir de ella, muestra cómo una técnica aparentemente alejada por su materialidad de lo contemporáneo puede ser utilizada con total actualidad.
Arte, arquitectura, diseño, poesía. "Sed" habla de fluidos. Hasta hay un "cubo" terráqueo y agua "congelada" que sale a borbotones por una pared.
Mirando ahora atrás, se ve que el estanque está intervenido por Battistelli con "plantas acuáticas" mientras en el exterior del edificio, los árboles relucen con gemas de colores pegadas por Ares. enviar nota por e-mail | | Fotos | | |