Poco para rescatar

Newell's no supo superar el escollo de Córdoba

Mauricio Tallone / Ovación

Cuando se juega un amistoso entre dos equipos de distintas categorías y el resultado final no respeta esa falta de equivalencias presumida, es un bocadito muy tentador caerle con dureza al más poderoso y casi por acto reflejo rescatar la actuación del más precario. Si bien en este caso puntual de Newell's y Central Córdoba dicha creencia no se cumplió a rajatablas, lo cierto es que los rojinegros no supieron sacarse de encima con goles a los charrúas y por eso en el reparto de sensaciones el disconformismo se quedó en Bella Vista.

Claro que mucho tuvo que ver en esta coyuntura la frecuencia con la que encararon el partido ambos equipos. Mientras los charrúas jugaron la hora y pico haciendo equilibrio en el hilo de la guapeza y de la piernita vehemente, el equipo del Bambino mostró señales deficitarias a la hora de atesorar la pelota y encauzar sus avances hacia el arco custodiado por Cancelarich.

Precisamente estos aportes de flojedad repercutieron considerablemente en el rubro destinado a la generación y movilizaron la observación de que Mauro Rosales y el colombiano Vásquez nunca iban a tener el alimento necesario para sus apetencias. Apenas transcurrido el primer segmento de los treinta iniciales, Paulo Rosales encontró su lugar entre Ferri y Panchito Fernández, habilitó con acierto a Mauro pero el remate del delantero encontró el obstáculo del palo derecho de Cancelarich y la posterior salvada de Leandro Oliva en la línea luego de que Vásquez recogiera el rebote.

Hasta esa instancia llegó la prepotencia en campo rival de Newell's. Porque después todo lo que coqueteó con el peligro en las áreas se produjo en las narices de Luciano Palos y contó con la participación de Ariel Cela Ruggieri.

La primera aproximación encontró al ex delantero de Central no pudiendo desviar la trayectoria de un buscapié de Panchito Fernández, y la segunda opción se generó gracias a una media vuelta mal resuelta por el Cabezón.

Quizás el único párrafo que no se corresponda con el panorama visualizado desde el principio esté destinado a la producción del Cholo Guiñazú como volante central. Si se repara en la cuestión de que para un volante de traslado natural correrse a una posición en la que se requiere sentido de la ubicuidad en algún momento resiente sus movimientos, vale elogiar que el Cholo piloteó la oportunidad con holgura de sacrificio y con criterio para no traspasar la barrera para lo que no está habilitado.

En resumen, que Newell's no haya podido eliminar las dimensiones que en los papeles lo distancian de Córdoba forma parte del riesgo igualitario que propone un juego tan democrático como el fútbol.

Celebroni y Rosales se disputan la pelota.