"Más rápido, más furioso": Sólo una trama acelerada

José Luis Cavazza / La Capital

El protagonista de "Más rápido y más furioso" es Brian O'Conner (un inexpresivo Paul Walker), agente del FBI que huye de California, luego de haber hecho fallar una investigación federal debido a su incontrolable pasión por las picadas de autos. Llega a la Florida y allí es requerido por las autoridades para lograr la captura del narcotraficante Carter Verone. La misión obliga a O'Conner a infiltrarse en el mundo de las carreras de autos "envenenados". El resto podría resumirse en una acelerada trama en la que buenos y malos se interconectan a través de la doble moral que comparten. Claro, también abundan las trampas, escaramuzas y traiciones. No espere más. Lástima que un talento como el de Singleton se desperdicie en un producto de tan escasa trascendencia como esta película en la que, por cierto, las mujeres son tratadas como modelos de almanaque, de esos que se cuelgan en los talleres mecánicos.

Paul Walker cumplió un papel inexpresivo.