| domingo, 21 de septiembre de 2003 | Científicamente, la estación empieza pasado mañana Siempre es odioso romper con los mitos. Pero si de ser rigurosos se trata, no queda otro remedio. Este año la primavera llegará el martes 23 de septiembre, más exactamente a las 13.48, y no el 21 como suele creerse. Es más, ninguna estación nace siempre el mismo día y tampoco a la misma hora. Y esto se da porque en relación al eje de la Tierra, la posición aparente del Sol se anticipa unos cincuenta segundos de arco cada año, lo que se conoce como "precesión de los equinoccios".
Además, en estos días, varía la inclinación de la Tierra respecto de su eje. Así, en el verano boreal el polo norte está más cercano al Sol, mientras que en el verano austral es al revés. Esto explica por qué las estaciones se suceden de manera opuesta entre ambos hemisferios y cuando allá es invierno acá es verano.
En 1996, 1997, 2000, 2001 y 2002 la primavera llegó el 22. Pero en 1998 y 1999 se atrasó al 23 y lo mismo sucederá este año. Entonces, ¿cuándo caerá en día 21? La respuesta es nunca.
Sólo dos veces al año (el 21 de marzo, y entre el 22 y el 23 de septiembre) la inclinación polar está en ángulos rectos respecto de la línea entre la Tierra y el Sol. Y en ese momento, todo el mundo se pone de acuerdo: el día y la noche pasan a durar lo mismo, sin distinción de hemisferios. Es que la palabra "equinoccio" indica justamente equilibrio e igualdad.
La pregunta es entonces por qué se sigue festejando la llegada de la primavera el 21 de septiembre. Y lo cierto es que la culpa de desoír la realidad deviene de los inmigrantes.
Es que en el hemisferio norte la primavera cae el 21 de marzo, entonces, los inmigrantes traspolaron mecánicamente esa fecha al 21 de septiembre sin que ninguna teoría les hiciera cosquillas. enviar nota por e-mail | | |