| domingo, 21 de septiembre de 2003 | Cómo captar, a futuro, los votos Antes de culpar a su partido por haber perdido las elecciones, Binner debería recordar que fue ese mismo partido el que lo llevó a competir por la gobernación. Y que la alianza electoral con el ARI no se concretó porque a Elisa Carrió, más que el triunfo de Binner, le interesó vengarse de Giustiniani por no haber apoyado su candidatura presidencial, llevarse con ella al intendente rosarino, y así partir al socialismo, en el que ve a un fuerte competidor por el espacio de centro-izquierda que pretende liderar. Porque el socialismo es un partido centenario, fruto de la militancia de sus afiliados, no un partido nuevo fruto de la propaganda mediática. A Carrió, que acusa de rupturistas a los socialistas, habría que recordarle que, en los últimos tiempos, el socialista popular y el democrático fueron los únicos partidos que se fusionaron, mientras que en las recientes elecciones presidenciales el peronismo y el radicalismo se partieron en tres y ella fue una de las responsables de la división del radicalismo. Además, Binner debería evaluar no sólo las alianzas que no se hicieron sino las que hizo, pues no creo que haya mejorado su chance, ni favorecido su imagen, llevar como vicegobernador a un ex funcionario de Reutemann y del proceso militar que ni siquiera ganó en su ciudad. También debería evaluar Binner por qué su partido casi pierde la ciudad debido a que ganó en las seccionales del centro, pero no pudo ganar en los barrios. La única excepción fue la seccional quince y no por casualidad. El centro socialista de esa seccional lo dirige la concejala María Cristina Fregoni, una tenaz defensora de los principios y prácticas socialistas. Defensa de los principios que es la única manera de dignificar la política y de no extraviarse en ella.
Carlos E. Galiano
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