El Estado financia el 80 por ciento de las investigaciones en ciencia

Por el contrario, en los países industrializados la actividad privada es la que más invierte en el desarrollo

Casi el 80 por ciento de la investigación científica en la Argentina está a cargo del Estado, mientras que sólo el 22 por ciento corre por cuenta de la actividad privada nacional. En los países industrializados la proporción es exactamente al revés, de acuerdo a los datos de la comunidad científica argentina.

Así es como en el país, el Estado financia el 76 por ciento de las investigaciones, de las cuales, el 46 por ciento está a cargo del gobierno y el 30 por ciento restante de la educación superior, mientras que las empresas financian el 22 por ciento (de ellas, las de capitales extranjeros cubren el 1 por ciento), según los últimos estudios realizados por el Centro de Estudios sobre Ciencia, Desarrollo y Educación Superior, Redes, asociado al Conicet.

En los países desarrollados se invierte la tendencia: más del 80 por ciento son investigaciones financiadas y realizadas directamente en las industrias, las que tienen fines económicos y buscan una aplicación inmediata.

"En la Argentina, la investigación se hace mayoritariamente desde el Estado mientras que en los países desarrollados la principal iniciativa está en manos de organizaciones privadas", destacó Julio Theiler, un ingeniero que se desempeña como secretario de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional del Litoral, quien corroboró las cifras de Redes.

En este marco, Theiler precisó que precisó que en Argentina se realizan mayoritariamente investigaciones básicas y, en menor cantidad, las aplicadas y de desarrollo de productos y servicios.

Explicó que las investigaciones básicas (en matemática, biología, física, o de otras especialidades) no tienen una aplicación inmediata; son necesarias pero deben estar balanceadas con las investigaciones aplicadas y de desarrollo, es decir las que están asociadas a la generación de una patente o a la mejora de un proceso o un producto.

Theiler dijo que "en las naciones desarrolladas las carreras de ingeniería son muy demandadas por los estudiantes, en cambio en la Argentina suelen ser carreras que no despiertan un gran interés".

Consideró que la tendencia constituye un indicador de la falta de reconocimiento social que tienen las disciplinas tecnológicas, muy relacionadas con la producción y la innovación. "Resulta -el índice de la demanda estudiantil- una marca indirecta de qué se está investigando, o hacia dónde van los recursos humanos", consideró.

En la actualidad, el mayor número de investigaciones que está realizando el Conicet está vinculado al área de las ciencias biológicas y de la salud, establecido en un 35 por ciento; le sigue el área de ciencias exactas y naturales con un 30 por ciento, un 20 en ciencias sociales y humanidades, y un 15 por ciento en ciencias agrarias, de la ingeniería y de los materiales.


Desarrollo sustentado en lo básico
Desde la Universidad de Buenos Aires (UBA) la visión es que "la ciencia se desarrolló tradicionalmente en lo que es más básico. La facultad que presenta más proyectos de investigación es ciencias exactas, pero en conjunto con farmacia, bioquímica y medicina, y después filosofía y letras, éstas son las áreas de mayor presencia de proyectos", indicó Laura Noto, subsecretaria de Ciencia y Técnica, al referirse a las investigaciones que desarrolla y financia la UBA desde hace 17 años.

"La universidad va a financiar 800 proyectos de investigación básica y además unos 15 de urgencia social", explicó tras resaltar que a partir del 2004 se implementarán proyectos en los que se busca detectar la población vulnerable, "a partir de lo cual el grupo de investigación hace una propuesta para buscar una solución a este problema". (Télam)

El sector privado sólo aporta un 22 por ciento.