| miércoles, 17 de septiembre de 2003 | Contacto con el mundo afectivo Un red rosarina propone humanizar el nacimiento La propuesta busca el trabajo de médicos y parturientas en favor del parto fisiológico y recuperar el rol activo de la mujer durante el alumbramiento Belén Travesaro / La Capital Hoy las mujeres no eligen cómo parir a sus hijos. Se ponen en manos de los médicos, quienes deciden la posición y el tiempo de la embarazada para dar a luz. Esto lleva a que un momento tan importante de la vida resulte una experiencia impersonal. Por ello, la Red Rosarina por la Humanización del Parto y el Nacimiento, coordinada por Alejandra Galvan y Débora Abecasis, proponen recuperar el rol activo de la mujer. Que ella pueda decidir en qué lugar hacerlo, cuál posición y quién la acompañará. La red, recientemente creada, propone un parto fisiológico, entendiendo como tal aquel que promueve la asistencia de la embarazada sólo en el caso que presente algún trastorno, y el respeto por el tiempo de cada mujer.
La entidad rosarina se basa en la experiencia de la partera Raquel Schallman, de Buenos Aires, quien actualmente asiste partos domiciliarios e institucionalizados.
Los avances científicos contribuyeron a disminuir la mortalidad de los bebés recién nacidos, sin embargo, la sistematización de ciertas prácticas como la administración de analgésicos y anestésicos, la inmovilización de la mujer en la cama a causa de la colocación del monitor que mide las pulsaciones del bebé, y la posibilidad de parir en menos tiempo con el uso de nuevas técnicas, llevó a dejar de lado las necesidades personales de la parturienta. "Así, casi sistemáticamente, se interviene a embarazadas que no lo necesitan, alterando el proceso fisiológico mediante la cesárea o la rotura de la bolsa", dijeron a La Capital las coordinadoras de la red.
Vivencias Si bien tanto Galvan, fundadora del grupo Alumbrar (perteneciente a la red que brinda información y apoyo), como Abecasis, instructora de técnicas corporales, no son médicas, se sienten capacitadas para hablar del tema desde la propia experiencia y como receptoras de testimonios de otras mujeres que se sintieron "avasalladas" en el momento de dar vida. Con su propuesta no quieren confrontar con los especialistas, sino trabajar junto a ellos en la humanización del parto.
"Los reclamos más frecuentes tienen que ver con la falta de intimidad de la sala de partos, el aceleramiento del proceso a través de la cesárea o rotura de bolsa, la posición del cuerpo, la asignación de una fecha específica para parir y algunas intervenciones a los recién nacidos que podrían evitarse, entre otros", coincidieron Galvan y Abecasis.
En cuanto a la falta de intimidad en la sala de partos, apuntaron que las quejas apuntan a que "el lugar es amplio, luminoso y en general, invadido por un gran número de médicos, cuando en realidad nosotras necesitamos lo mismo que buscan los mamíferos para parir a sus crías, es decir, un ámbito cálido, oscuro y pequeño".
Otra de las preocupaciones del grupo está referida a la inmovilización del cuerpo de la mujer durante el trabajo de parto. Al respecto, las coordinadoras de la red dijeron que debido al uso del monitor fetal (mide las pulsaciones del bebé) la mujer debe estar en posición acostada, lo que le impide caminar e ir al baño. "Esto se puede hacer a través de los detectores de latidos fetales, que funcionan igual que el monitor, pero no requieren de la inmovilización", agregó Abecasis.
"La asignación de un día específico de parto genera ansiedad y temores en la mujer en caso que el bebé no nazca", acotó Galvan, quien agregó que para evitar esto los obstetras podrían sugerir un período de tiempo probable para el nacimiento.
En relación a la abrupta separación del bebé recién nacido (otro de los cuestionamientos más frecuentes) motivado por la práctica de rutinas médicas, proponen esperar un par de horas o incluso de ser necesario, hacerlas arriba de la panza de la mamá. "Algunas acciones resultan violentas para el recién nacido como por ejemplo, estirarlo para medirlo, pincharlo en el muslo, ponerle gotas en los ojos o bañarlo con poco cuidado", puntualizaron.
Sistema propio La red rosarina tiene como referente a la obstétrica Raquel Schallman, de la ciudad de Buenos Aires, quien investigó sobre el abordaje corporal en el embarazo, ideando un sistema propio. Actualmente asiste partos domiciliarios e institucionales. La partera aconseja recuperar el saber de las comadronas, ancestral, simple, elemental, afectivo y profundo.
Si bien considera que los avances científicos son sumamente importantes, para ella es fundamental percibir el alma femenina y conectarse con el mundo afectivo.
A la vez plantea como primordial tener en cuenta las necesidades de la embarazada, respetando cómo quiere parir, e intervenir sólo si algo conlleva peligro para la madre o el bebé. enviar nota por e-mail | | Fotos | | La red quiere recuperar el saber de las comadronas | | |