Un taxi boy acusado por dos crímenes similares

Le imputan haber matado a una gerente de marketing y a un odontólogo. Coincidencias en ambos hechos

Buenos Aires.- Los investigadores del crimen de la gerente de marketing Verónica Tomini, ocurrido el 20 de agosto pasado, creen que el taxi boy detenido y acusado por este homicidio es también el autor del asesinato del odontólogo Carlos Miguel Aisen, perpetrado en diciembre pasado en Ramos Mejía. La hipótesis se sostiene en las numerosas similitudes entre ambos hechos, cuyas víctimas habían mantenido relaciones sentimentales con el acusado.

Según los investigadores, Miguel Angel Gómez, de 24 años, utilizaba el "chateo" de Internet como arma para seducir a personas con un alto poder adquisitivo, como los casos de Tomini y Aisen (ver aparte).

Así conoció a Aisen, de 41 años, que tenía una lujosa residencia, automóviles importados y yates, además de un consultorio odontológico en pleno centro de Ramos Mejía, y otro en España. Ambos hombres mantuvieron una relación sentimental que llegó a la convivencia, revelaron los investigadores. Incluso, en el pasaporte de Gómez figura como domicilio el de Aisen.

Tomini, por su parte, era una joven de clase media alta, que se desempeñaba desde hacía poco como gerente de marketing de una consultora canadiense. Se conoció con Gómez en los boliches donde el muchacho trabajaba como taxi boy y ambos pasaban largas horas chateando.


Golpes y robo
Otra coincidencia es que tanto el odontólogo y concertista de órgano como la gerente de marketing fueron atacados con un objeto ligado a una actividad deportiva, los cuales desaparecieron de la escena del crimen. En el caso del hombre, fue atacado con un bate de béisbol que era de propiedad de la víctima, mientras que Tomini recibió golpes con una mancuerna de gimnasia que le pertenecía y que tampoco fue encontrada en su departamento.

Otra similitud es que en ambos crímenes se detectó robo de dinero: mientras a Tomini le faltaron 10 mil dólares que tenía en su casa, a Aisen le robaron plata y una computadora portátil que tenía previsto llevarse a España, donde iba a viajar ese mismo día para inaugurar un consultorio.

Tanto los investigadores del crimen de la gerente, como los del asesinato del odontólogo, creyeron desde un principio que los ataques habían sido cometidos por alguien conocido de las víctimas, quien había tenido acceso consentido a los domicilios y sabía que tenían dinero encima.

Sin embargo, Patricio Poplavsky, abogado de Gómez, sostuvo ayer que el taxi boy no conoce el departamento de Tomini y aseguró que sólo mantuvo relaciones sexuales con ella en una oportunidad y fuera de esa casa.

Las similitudes tanto en la mecánica de los ataques como en la motivación, aparentemente el robo, llevaron a que el juez del caso Tomini, Gustavo Karam, y el fiscal de la causa Aisen, Claudio Polero, de La Matanza, tomaran contacto en las últimas horas para intercambiar datos de sus expedientes. Ayer, fuentes de la fiscalía sostuvieron que el detenido podría ser indagado próximamente en la causa por el crimen del dentista.

Mientras tanto, Gómez se negó ayer a declarar ante Karam y su flamante abogado dijo que esperará los resultados de las pericias de ADN a las que será sometido su defendido para actuar en consecuencia. (Télam)