Detienen al presunto asesino de la canciller sueca Anna Lindh

Fue apresado en un estadio de fútbol. Es un joven drogadicto con antecedentes penales y vínculos neonazis

Estocolmo. - La policía sueca detuvo anoche al sospechoso del crimen de la canciller Anna Lindh, en un estadio de fútbol en las afueras de Estocolmo. "El individuo fue detenido en un restaurante en el estadio principal de Estocolmo", indicó un vocero de la policía sueca. Tal como lo habían adelantado varias cadenas de televisión y radios suecas, la policía confirmó el arresto de un hombre de 35 años. Según la prensa sueca, el detenido está vinculado con "activistas neonazis entre los más conocidos de Suecia", algo que no fue desmentido oficialmente. La canciller fue apuñalada el pasado miércoles en un centro comercial de Estocolmo, y murió 13 horas después.

El jefe de la policía criminal de Estocolmo, Leif Jennekvist, descartó en una conferencia de prensa que el crimen de la canciller tenga motivaciones políticas: "No hay nada que lo indique", recalcó.

En medio de una escueta información oficial, el diario sueco Aftonbladet afirmó en su edición online que el presunto asesino tiene contactos con círculos de la extrema derecha sueca. El periódico señaló que es amigo de varios líderes neonazis y que tiene antecedentes penales por delitos graves.

Fuentes policiales sólo confirmaron que los agentes detuvieron al sospechoso en un restaurante situado bajo una de las tribunas del estadio Rasunda justo antes de que comenzara un partido de fútbol de la liga sueca. "Estamos seguros de que es él", declaró a la agencia TT el jefe de guardia de la policía de Estocolmo, Kurt-Erik Hansson.

La policía emitió el lunes una orden de detención contra el ahora arrestado, al que identificó como el hombre que aparece en las imágenes que captaron las cámaras de vigilancia del centro comercial donde se produjo el crimen, aunque sólo lo confirmó horas después de la detención. Pese a que los responsables de la investigación no hicieron pública la identidad del sospechoso, fuentes consultadas por diversos medios coincidieron en que el detenido es un hombre de 35 años con antecedentes penales.


Antecedentes penales por agresión
El sospechoso -que está empadronado en el oeste de Suecia, pero reside sin dirección fija en Estocolmo-, tiene 18 antecedentes penales por agresiones, estafa, daños en propiedades ajenas y amenazas a funcionarios públicos, y recibió dos órdenes para mantenerse a distancia de personas (una de ellas de su padre) y ya fue condenado a prisión en varias ocasiones.

Un perfil psiquiátrico que se presentó el año pasado en una de las ocasiones en la que se le juzgó muestra que el detenido tiene algunos problemas psicológicos como narcisismo o trastornos de personalidad, pero que no sufre ninguna enfermedad mental grave. En aquella ocasión, el sospechoso del asesinato de la ministra reconoció también que consumía frecuentemente alcohol y cocaína.

Desde un primer momento la policía se mostró convencida de que el asesino había actuado solo y de manera espontánea y señaló que probablemente se trataba de un perturbado mental, un delincuente violento o un drogadicto.

Durante este último proceso, el ahora detenido afirmó que tenía nociones de informática que había adquirido por sí mismo y que trabajaba como diseñador de páginas de Internet por cuenta propia, aunque no pudo mencionar ninguna empresa para la que hubiera trabajado.

Los investigadores progresaron en la identificación de este hombre gracias a las numerosas informaciones recibidas tras la publicación de su foto en la prensa dominical. La portavoz policial, Stina Wessling, expresó que no tenía aún informes del laboratorio forense británico que analiza el cuchillo utilizado en el ataque contra Lindh, en busca de pistas sobre el código genético (ADN) del agresor. El cuchillo es investigado por criminólogos especialistas alemanes y británicos ya que en Suecia no se puede realizar esta técnica.

El diario Svenska Dabladet había afirmado el domingo, citando a fuentes del hospital Karolinska, que el asesino de Lindh le provocó conscientemente heridas mucho más graves a la ministra que lo que se creía. El asesino giró el cuchillo en el vientre de su víctima, destruyendo el hígado y provocando fuertes hemorragias internas. Por ello, agrega, la ministra, de 46 años y madre de dos niños, no tenía grandes posibilidades de sobrevivir cuando llegó al hospital, en contra de las afirmaciones oficiales.

El lunes, el diario Aftonbladet, en su edición electrónica, había advertido que la detención de un sospechoso era inminente. "Creo que lo vamos a atrapar en dos días", aseguró un vocero policíal al referirse al hombre cuya imagen fue grabada por las cámaras de vigilancia del centro comercial de Estocolmo donde Anna Lindh fue apuñalada el pasado miércoles. También anunciaba que la policía estaba segura de que el presunto criminal permanecía en Estocolmo.

A medida que en Estocolmo se propagaba como reguero de pólvora la noticia del arresto del principal sospechoso del ataque, un hombre de 35 años, todos los expertos citados por la radio y la televisión se mostraban de acuerdo: la policía parece estar muy segura de que tiene bajo su custodia al autor del asesinato de Lindh, de 46 años, el pasado miércoles en un centro comercial de la capital sueca, que permanecía prófugo desde entonces.

El sexto día de las investigaciones presentó un progreso tras otro. Primero, la policía confirmó con retraso informaciones según las cuales había identificado con nombre y apellido al sospechoso que aparecía en imágenes de video con un suéter gris y un gorro azul. Apenas dos horas después, la detención del hombre buscado en el estadio Rasunda de Estocolmo cerró con éxito esta jornada turbulenta.


La conexión neonazi
Pero ante la carencia de información oficial, los medios de prensa suecos bombardearon en sus páginas de Internet con diversos datos, evidentemente filtrados desde la investigación. Las que más se destacaron fueron las afirmaciones del diario Aftonbladet según las cuales el presunto asesino es al parecer amigo de líderes neonazis suecos. Esta versión, no confirmada oficialmente por el momento, podría dar un nuevo giro al caso Lindh. Desde los años 90, los neonazis suecos perpetraron varios actos de violencia brutal, entre ellos la ejecución a sangre fría de un agente de policía desarmado, después de un asalto a un banco.

Por el momento se desconoce cuán estrechos fueron en el pasado o son en la actualidad los vínculos del sospechoso con estos grupos de extrema derecha. En su investigación, la policía descartó siempre la posibilidad de que el asesinato de la popular ministra socialdemócrata fuera el resultado de un ataque organizado.

Lindh decidió de manera totalmente espontánea ir de compras con una amiga en un centro comercial de Estocolmo, después de cancelar a última hora un mitín en el marco de la campaña en favor del "sí" al euro en el referéndum del pasado fin de semana. Según los investigadores, nadie la siguió.

Sin embargo, muchos suecos advierten que hay que evitar el alivio prematuro pese a los anuncios de éxito de la policía de Estocolmo. Recuerdan que pocos días después del asesinato del entonces primer ministro, Olof Palme, los investigadores también presentaron a un presunto autor del ataque. Aquel sospechoso, que entonces tenía 33 años, quedó en libertad por falta de pruebas. El asesinato de Palme todavía no fue resuelto, 17 años después de su muerte.

El crimen de la canciller conmovió a Suecia. Los suecos dejaron miles de rosas rojas y tributos en las afueras de la tienda donde fue herida la ministra y también en el ministerio que dirigía. (Reuters, AFP y DPA)

La ministra fue apuñalada y murió el jueves.