¿Te acordás hermano?

José Scarpello, un ave de alas grandes

A los 88 años, el ex arquero de Sparta y Newell's recuerda una gran época

Javier Parenti / La Capital

"Un ave de alas grandes" tituló La Capital en 1938 al referirse a las condiciones de José Scarpello. Este ex arquero de Sparta y Newell's que hoy lleva muy bien puestos sus 88 años. De aquel pibe que "al cumplir los 18, y con la libreta de enrolamiento en la mano, me animé a colarme en el tren de carga a Tucumán para ir a probar suerte allá, porque acá había pobreza. Y la tuve. Porque si bien estuve un día en la comisaría porque me encontraron sin el pasaje, de ahí me enviaron a jugar al Bomberos Football Club y me dieron trabajo en el cuartel de bomberos, no en un ingenio como yo pensaba".

"Y en Bomberos salimos campeones tucumanos en 1935. Una de las grandes alegrías que me dio el fútbol. Es más, siempre sueño con poder reencontrarme con algunos de aquellos jugadores", comenta este rosarino nacido en Echesortu el 13 de mayo de 1915.

Tucumán lo trataba bárbaro, pero Rosario tiraba. Entonces volvió a probar suerte y recaló en Sparta. En aquel equipo que tenía como dueños del arco a Kelmen Muro y José Bracalenti. Sin embargo, las buenas condiciones de José le permitieron una chance. "Un día y vinieron Cornero y Fassio a decirme que tenía que atajar porque Muro se había ido a Newell's y Bracalenti no fue a jugar. Así empecé en primera", rememora mientras aclara que sus inicios fueron en el arco de Servando Bayo, el club del barrio.

En Sparta despuntaba el vicio del fútbol, pero como no había plata para los jugadores tenía que trabajar y lo hacía "como motorman en el tranvía", puesto que dejó para trabajar dentro de la empresa cuando pasó a Newell's.

Y como sus actuaciones seguían en ascenso "pese a que casi siempre perdíamos", Newell's reclamó pertenencia por una firma que él no recuerda y que seguramente "habrá sido antes de cumplir los 18, cuando buscaba club acá en la ciudad". Así llegó al Parque , donde "tuve actuaciones buenas, regulares y malas. Pero lo importante fue con los compañeros que jugué".

Al repasar sus condiciones principales en el arco, Scarpello refleja que "siempre me tiraba a los pies, con una mano levantada a la canilla del delantero, de frente, nunca de costado, y con la seguridad de que iba a quedarme con la pelota". Otra buena en su actuación era "ir bien de arriba", lo que también le valió el mote de "tenaza".

Pero cuando el fútbol de AFA le abrió las puertas al fútbol rosarino Scarpello no tuvo lugar. "Había jugado en la goleada sobre River pero en la fecha siguiente del torneo nocturno nos goleó San Lorenzo. Me hicieron 5 goles y al siguiente partido me reemplazó Heredia". Era el internacional que se jugaba en enero del 39, con Central, River, Boca, Independiente, Racing, San Lorenzo, Nacional y Peñarol.

Entonces, con sus jóvenes 24 años dejó de jugar. "No quise seguir y casi no fui más a la cancha. Sólo un par de veces, para llevar a mis hijos (en los 60) y a conocer la cancha de Central en el Mundial 78, cuando ellos me llevaron a mi".

Hoy, a 65 años de aquel año 38 recuerda y guarda con cariño un album de fotos que le sirve para repasar aquellos años junto a Haydee Terranio, su compañera de siempre (desde el 46, el día anterior a las elecciones que ganó Perón); para contarles a sus hijos José Luis y Carlos; a sus cuatro nietos, quién fue aquel ave de alas grandes que ocupó los arcos de Sparta y Newell's en su querido Rosario.

Scarpello hoy, con su álbum de recuerdos.