Fango termal volcánico: Barro milagroso

Desde épocas inmemoriales, las más diversas civilizaciones encontraron en el fango una fórmula eficiente para detener el tiempo y las enfermedades. Los médicos egipcios, griegos y romanos lo prescribían para aliviar las dolencias del cuerpo, reponer fuerzas y alcanzar la longevidad.

La naturaleza conservó intacta esta receta magistral en el seno de la Tierra hasta que, por fin, la ciencia reveló el secreto de su éxito: la composición química del fango termal es molecularmente idéntica a la del ser humano, y su perfección no puede ser imitada en ningún laboratorio. Contiene azufre, cobre, calcio, cobalto, potasio, magnesio, manganeso y zinc, entre otros minerales y oligoelementos indispensables para mantener en equilibrio las funciones celulares.

El agua termal nutre a la tierra volcánica con los minerales y oligoelementos esenciales para la vida, los mismos que el organismo va perdiendo con el paso del tiempo, el desgaste físico y la alimentación inadecuada. Al entrar en contacto con la piel, activa la memoria celular y le restituye, selectivamente, los nutrientes necesarios para mantener la vitalidad celular. Esto ocurre porque penetra la epidermis con facilidad, aumenta la temperatura y atrae las toxinas acumuladas bajo la piel hasta expulsarlas, liberando los poros de inmediato.

Si la piel es extremadamente seca, tomará mayor cantidad de cobre, que aumenta la temperatura, equilibra el pH, estimula la irrigación sanguínea y la producción de colágeno y elastina. En cambio, una piel extremadamente grasa, se nutrirá de azufre -presente en estado coloidal-, para equilibrar la propia producción de sebo.

La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano y funciona como una barrera que protege al cuerpo de las agresiones externas: infecciones, radiación solar, contaminación ambiental, entre otras. La epidermis es la capa externa y está cubierta de queratina. En esta zona se cumple el proceso de renovación celular, que ocurre cíclicamente cada 28 días. Esta constante descamación es casi imperceptible. En la epidermis también se produce la melanina, que es el pigmento de la piel.

Debajo de la epidermis está la dermis, que contiene folículos pilosos, glándulas sebáceas y sudoríparas, terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos. Esta matriz extracelular contiene colágeno y elastina, dos proteínas esenciales para darle sostén, elasticidad y resistencia. La capa más profunda es la hipodermis, compuesta por tejidos grasos y capilares. Actúa como amortiguador de golpes, es aislante térmica y reservorio de nutrientes.

Por ser un producto natural y biológicamente activo, la piel absorbe el fango sin dificultad a través de la epidermis. Luego, los principios activos se difunden hacia las capas más profundas y restituyen los nutrientes esenciales con mayor seguridad y eficacia que cualquier otro producto obtenido artificialmente. Dada su máxima pureza, no provoca efectos secundarios y está especialmente indicado para tratar pieles hipersensibles y alérgicas.

Efectos sobre la piel

u Sus componentes naturales son fácilmente absorbidos y retenidos.

u Tiene una inmediata acción desinflamatoria y calmante.

u Estimula la circulación sanguínea.

u Tiene efecto pulidor de la capa córnea y desobstruye los poros, dejando la piel oxigenada y libre de toxinas.

u Favorece la reproducción celular.

u Remineraliza y equilibra el pH.

Aplicaciones estéticas

u Envejecimiento cutáneo

u Piel seca y deshidratada

u Manchas y melasmas

u Flaccidez

u Anti acné

u Limpieza profunda del cutis

u Celulitis

u Derrames varicosos

u Drenaje linfático

u Pérdida del cabello

u Alopecias leves y medianas

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