| domingo, 14 de septiembre de 2003 | Tres voces para contar de qué se trata "Sol negro", la nueva serie televisiva de Ideas del Sur "Sol Negro", una historia en las luces y sombras del Borda Rodrigo de la Serna, Carlos Belloso y Alejandro Urdapilleta analizan el ciclo que arranca mañana Rodolfo Montes / La Capital Los realizadores de los sucesos televisivos "Okupas" y "Tumberos" vuelven a la carga mañana, a las 23, por la pantalla de América, con una nueva ficción que promete estar en boca de todos: "Sol negro". Especie de incursión en el mundo de la locura a través de la vida en uno de los psiquiátricos más famosos de la Argentina, el Borda, la historia de "Sol negro" la lleva adelante Ramiro Bustos, protagonizado por Rodrigo de la Serna, una especie de pandillero millonario que se siente autorizado a hacer cualquier cosa con total impunidad. Sin embargo, el día que cumple 27 años protagoniza un accidente, mata a su mejor amigo y su vida cambiará para siempre.
Ya dentro del psiquiátrico, Ramiro conocerá a Lito (Carlos Belloso) un interno músico, que hizo un brote psicótico justo cuando estaba por conseguir el estrellato y la fama dentro del mundo del rock nacional, y al doctor Mariano Puentes (Alejandro Urdapilleta), un médico poco ortodoxo, alcohólico y en plena crisis matrimonial.
Sobre esa tríada actoral y un seleccionado de actores con tradición teatral y mucho prestigio -Fernando Peña, Cecilia Roth, Diego Capussotto, Alejandro Awada, Julieta Ortega, Carlos Santamaría, Rita Cortese y Carola Reyna entre otros- se rodó "Sol negro", un producto de cine adaptado a la televisión, que hizo posible la productora Ideas del Sur junto a América TV. Los autores de "Sol negro" son Esther Feldman, Lucía Puenzo y Alejandro Maci; la producción general es de Sebastián Ortega, y la producción ejecutiva de Marcelo Tinelli.
Escenario reunió a Rodrigo de la Serna, Alejandro Urdapilleta y Carlos Velloso, protagonista y dos de los actores más importantes de la historia, para que cuenten sus experiencias en la nueva tira. De la Serna se conectó con los internos del hospital durante un mes para conocer de qué iba la propuesta. Y sacó la primeras conclusiones: "Es mucho más humano contener a los enfermos psiquiátricos en la comunidad, antes que tenerlos aislados, apartados o con chaleco de fuerza químico". Después añadió: "Me metí en el tema leyendo, visitando médicos psiquiatras, psicólogos y también caminando por el hospital Borda, contactando con pacientes", dijo sobre la investigación que tuvo que abordar para componer el personaje. Entre otras cosas, el ex Okupas, reveló que en "Sol negro" trabajarán chicos que estuvieron internados en el Borda y que ahora se están reinsertando en la vida comunitaria. El hospital del barrio porteño de Constitución funciona con puertas abiertas.
"Tenía una idea vaga de estos lugares, pero nunca había tomado contacto directo ni conocía el mundo de los psiquiátricos desde adentro", reconoció De la Serna.
Por su parte, Alejandro Urdapilleta destacó el esfuerzo de los realizadores por buscar calidad en el producto. "Eso es buenísimo. Ya desde Tumberos se notó una búsqueda con ciertos sentidos ideológicos y estéticos muy interesantes", dijo uno de los máximos representantes de la tradición de teatro under de Buenos Aires, hoy al servicio de una gran producción. A propósito de aquella tradición destacó: "Algo sucedió con aquel movimiento del under de los años 70 y 80, parece que decantó y hoy aparece. Se ve que lo que hicimos estaba bien porque parte de todo de aquello lo están tomando para proyectos carísimos de la televisión", dijo el hombre que supo hacer su fama en oscuros sótanos del barrio de San Telmo, en tiempos del regreso a la democracia.
Urdapilleta después aclaró que cada proceso tuvo su época. "Lo que hacíamos en los sótanos era teatro y nuestra intención fue sacudir y entusiasmar a la gente con el teatro, darle vitalidad. En cambio ahora, con un programa de televisión, la pretensión es acostumbrar al público televidente a otras cosas, a propuestas más arriesgadas en lenguaje cinematográfico".
En cuanto a las similitudes y diferencias entre Ramiro (el personaje) y Rodrigo (el actor), De la Serna aclaró que tienen distintas personalidades y también distintas historias de vida. "Eso sí, los dos tenemos conflictos pero los de él son más graves (risas)" agregó. Y luego recordó "Okupas", su mayor éxito actoral. "Fue una aventura televisiva que se hizo con muchos menos recursos que «Sol negro», con un guión impresionante y con gente muy talentosa. En este proyecto tenemos una gran infraestructura además de un gran guión y excelentes actores". Después de "Okupas," Rodrigo de la Serna tuvo una especie de retiro voluntario, a fin de aprovechar al máximo el contacto con su hija que recién había nacido y ahora tiene 3 años.
En cuanto al resultado que logre en los televidentes "Sol negro", De la Serna aclaró que no está pensando en el tema: "No me preocupa. Yo hago mi trabajo y punto. De todos modos, descarto que «Sol negro» va a ser de interés de buena parte del público". El trabajo actoral en "Sol negro" requirió de algunos cuidados como no caer en estereotipos ni en efectos que terminen haciendo daño a los televidentes. "Estamos bien asesorados por guionistas y también por internos que nos cuentan cómo es la otra campana de la historia. Creo que no vamos a cometer errores gravísimos", explicó De la Serna convencido tras ver una emisión del primer capítulo en exclusiva para la prensa que se brindó en el complejo de cines Village, del barrio de la Recoleta, en Capital Federal.
Ramiro, el personaje que encarna, es un chico que está empezando a sufrir episodios psicóticos. Desde el momento en que su madre se suicidó hasta entrar en el neuro psiquiátrico vivió su vida prácticamente con los ojos cerrados. En el hospital tiene una oportunidad para cuestionarse un poco por qué le está pasando lo que le pasa. "Como actor también me hago preguntas, imagino desarrollos, es parte de un modo de estar en la vida. Un actor que se no se cuestiona cosas, no es un actor", definió el actor.
Alejandro Urdapilleta también analizó a su personaje: "Es un médico que está harto, frustrado de su profesión. Está incluso quebrado en su parte personal. Es un argentino más metido en el mundo de corrupción y peleas por el poder".
La "salvación" del doctor Mariano Puentes llegará, paradójicamente, en la relación con su propio paciente. Urdapilleta finalmente señaló que "lo clásico hubiera sido que me llamaran para hacer de loco, sin embargo me llamaron para hacer el médico, un tipo de alguna manera normal... aunque después se revele que no es tan normal". enviar nota por e-mail | | Fotos | | El numeroso elenco de la nueva serie televisiva. | | |