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 sábado, 13 de septiembre de 2003

La fragmentación es el común denominador de la Cámara baja provincial
El PJ tendrá dos grandes sub-bloques con mayoría reutemista. La oposición deberá conciliar posiciones

Atilio Pravisani / La Capital

La negociación y los acuerdos marcarán, inevitablemente, el pulso de la futura Cámara de Diputados de la provincia a partir de su nueva y heterogénea geografía política, en la que deberán convivir, en el justicialismo, reutemistas y obeidistas. Aunque también tendrán que conciliar posiciones radicales, socialistas y demoprogresistas, que fueron a elecciones en un mismo lema, a lo que se suma el debut del ARI en la Legislatura santafesina.

Este es el dato de la realidad en base a la distribución de bancas en la Cámara baja luego de los comicios del domingo pasado, algo que ya se palpa a partir de las conversaciones que se vienen manteniendo en el PJ, donde si bien seis sublemas lograron escaños, todo indica que dos grandes sub-bloques conformarán el espacio de la mayoría de los 28.

Esta elección con ley de lemas fragmentó a los sectores políticos legislativos, y no son pocos los que sostienen que se deberá poner sobre la mesa de negociaciones el mayor sentido posible y reglas de juego claras para permitir el normal funcionamiento parlamentario.

En el lema PJ, la distribución de bancas le otorgó 13 al obeidismo, 8 al reutemismo puro, con posibilidades de elevar a 9 si es que en el escrutinio definitivo Laura Venesia termina por desplazar al escaño que -hasta el momento- le corresponde al sublema de Jorge Giorgetti.

Al mismo tiempo, y en el caso de que los números ratifiquen a Giorgetti, quien renunciará para asumir su banca de diputado nacional, éste deberá superar el conflicto generado por la decisión del segundo en la lista, Salvador Jaef, de no dimitir para permitir que asuma María Herminia Grande, como se lo pidió el ex candidato a gobernador. Un intríngulis que quedaría zanjado si Venesia obtiene el noveno escaño para el reutemismo.


Danza de bancas
En cuanto al resto de los 28, el sistema D'Hont le otorgó 3 bancas al sublema de Héctor Cavallero, dos al sector gremial que encabeza Alberto Maguid y uno al de Carlos Castellani, los cuales se integrarían a un sub-bloque único con los 8 reutemistas, sumando así 14 diputados, probablemente 15 en caso de que ingrese Venesia.

El dato trascendió a partir de las conversaciones que Alberto Hammerly mantuvo con referentes de esos sectores, por lo que en el bloque justicialista de 28 diputados convivirán dos sub-bloques. Y el reutemismo sumará uno o dos diputados más, lo que podría traducirse en la presidencia de la bancada oficialista.

Los interrogantes en cuanto a su futuro no son menores en la oposición. Si bien los distintos sectores aún no conversaron sobre cómo funcionarán legislativamente, cada fuerza conservaría su identidad como tal, pero con la coordinación de una mesa interbloque. Esto ocurrió con la Alianza Santafesina durante la primera gestión de Obeid.

Por entonces, la coalición opositora estuvo integrada por el socialismo, la UCR y el PDP. Institucionalmente los tres funcionaron como bloques, pero adoptaron posiciones coincidentes antes de ingresar al recinto a partir de una mesa que integraron Carlos Favario, Juan Carlos Millet y Eduardo Di Pollina.

Hoy la fragmentación política se tradujo para el bloque opositor en siete diputados socialistas (Bonfatti, Baudín, Cecchi, Liberati, Albónico, Lamberto y Aranda), dos legisladores para el PDP, sector Favario (Real y Jullier), uno para el Frente Grande que responde a Paulón (Brignoni) y ocho de los distintos sectores radicales (Mascheroni, Millet, Tomei, Peralta, Pezz, Marcuzzi, Ritter y Questa).

Varios de los consultados por La Capital en la coalición socialista admitieron que el ríspido tema todavía no se conversó, pero en la mayoría de los casos se concluyó en la casi certeza de que cada signo político funcionará como bloque y que habría una conducción única para consensuar posiciones.

Tampoco se dejó de aceptar que no sólo existe una razón de identidad política para este funcionamiento, sino otra de índole económica: cada bloque tiene una autonomía en ese sentido, que la pierde en caso de unificarse.

Finalmente, en el horizonte político de Diputados aparece (por primera vez en el recinto) el bloque del ARI, que responde a la conducción de Elisa Carrió.

Este bloque aportará, con toda seguridad, los rasgos del parlamentarismo combativo y de denuncia que ha particularizado a los aristas en el Congreso de la Nación a través de la figura -entre otras- de Alicia Gutiérrez, diputada provincial electa.

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Obeid y Hammerly impulsaron numeros legisladores.

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