| sábado, 13 de septiembre de 2003 | En menos de una semana roban dos veces a una mujer en su casa Fue en Ituzaingó al 1500. Los delincuentes ingresaron valiéndose de engaños Alba Córdoba fue víctima en esta semana de dos versiones diferentes del cuento del tío. Dos hombres que se presentaron en su casa del macrocentro de la ciudad con diferentes excusas se alzaron con 600 pesos y alhajas por un valor no precisado.
La mujer, de 67 años, vive en un departamento de pasillo de Ituzaingó al 1600 y camina con un andador porque fue operada de un rodilla. El miércoles pasado un hombre tocó el timbre de su vivienda. El desconocido, según contó Córdoba, llegó con un argumento convincente. "Me mandó su hijo Martín para que le arregle el techo de madera de la galería", dijo. La mujer no dudó porque planeaba realizar la reparación.
Apenas Córdoba le franqueó el paso el hombre intentó ganarse su confianza. "Hay que ser precavidos porque están robando mucho", dijo. Después el supuesto albañil subió al techo de la casa para planificar el arreglo. "Es un trabajo fácil. En un día lo hago", comentó.
Con el consentimiento de Córdoba para concretar la tarea, el paso siguiente del embaucador fue solicitar dinero para comprar materiales de construcción. "Primero me pidió 200 pesos y finalmente le di 237 pesos". Pero antes de entregarle el efectivo la mujer intentó contactarse telefónicamente con Martín, pero el celular de su hijo estaba apagado. "Cuando lo llamé, el tipo se puso nervioso", recordó. La reacción despertó la sospecha de la mujer pero aún así dio el dinero al estafador, quien acto seguido desapareció.
El otro suceso ocurrió ayer al mediodía. Alba no estaba porque había ido hasta la Empresa Provincial de la Energía para realizar un trámite. En la casa había quedado su tía, Angela Rado, de 88 años. A las 12 un hombre "morocho" llegó en bicicleta al departamento de Ituzaingó al 1600, aunque en este caso armó otra farsa. "Dijo que venía a buscar los carnés de Ecco porque yo me los había olvidado", relató Córdoba.
La anciana creyó la historia y franqueó el ingreso al delincuente, quien empezó a revisar el departamento. El ladrón fue hasta el dormitorio y abrió el cajón de la cómoda. Allí se apoderó de un monedero que contenía 450 pesos, cadenas de oro, un rosario, un medallón con cadena y un anillo ante la mirada atónita de Rado, que nada podía hacer para evitar el robo.
Después, el maleante se alzó con otro monedero, donde había 150 pesos y se marchó en la bicicleta. Córdoba señaló que en el último mes hubo en la zona "cinco o seis casos" de robos similares y deslizó sus sospechas hacia el accionar de la comisaría 5ª, que al parecer "nada hace" para evitar los ilícitos, aunque la mujer denunció los ilícitos en esa seccional. enviar nota por e-mail | | |