| miércoles, 03 de septiembre de 2003 | Las cosas por su nombre En los tiempos que corren algún grupo de personas reclaman ciertos derechos que no son tales, como por ejemplo, el de la mujer a abortar (porque dicen que es disponer de su propio cuerpo). Si cada mujer ejercitara este supuesto derecho implicaría que la raza humana tiene derecho a extinguirse. ¿No les parece ridículo; tener derecho a vivir suena más lógico, no? También reclaman el derecho a adoptar. Ninguna persona tiene este derecho; en todo caso, el que tiene derecho a tener una familia es el niño. En el caso de un chico huérfano o abandonado, es el Estado quien debe ampararlo dándole en adopción a una familia. De lo contrario, si alguien tuviera derecho a adoptar, bastaría con ir a un orfanato o agarrar a un niño de la calle. Ahora bien, el juez, al ver si una persona puede adoptar a un chico debería cerciorarse de que no conviva con otra persona del mismo sexo. ¿A usted le hubiera dado lo mismo ser criado por dos papás o dos mamás?
Adrián Munné enviar nota por e-mail | | |