 | lunes, 01 de septiembre de 2003 | La ausencia de un volante central Si existe un puesto neurálgico en el fútbol que no resiste improvisaciones es el de volante central. Héctor Veira intentó subsanar la expulsión de Ariel Rosada con la reincidente inclusión de Sebastián Domínguez y la movida le salió por la culata. Mientras ocupó espacios en el medio, el Negro no hizo más que dejarse ganar la posición por todo aquel que le pasaba cerca. Encima a la hora de recuperar sólo acumuló reproches y equivocaciones. Tampoco fue alternativa potable cuando se corrió a la zaga para otorgarle su lugar al Cholo Guiñazú. enviar nota por e-mail | | |