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 domingo, 31 de agosto de 2003

Reloj interno: Horas de sueño

Si una se cansa de que le digan que es una vaga o una perezosa porque duerme mucho, es interesante saber que esa conducta responde a un reloj interno, o ritmo circadiano, que regula la cantidad de sueño que se necesita. La diferencia entre el tiempo que pasan durmiendo unas personas u otras, no es producto de un comportamiento consciente, sino de una programación interna.

Aunque la duración media del sueño de un adulto es de 7 a 5 horas, existe una gran variación entre las personas. El tiempo y la regulación del sueño están ordenados por la interacción entre un "marcapasos" circadiano situado en una zona del cerebro y la homeostasis del sueño que mantiene la tensión mientras estamos despiertos y la disminuye cuando dormimos.

El "marcapasos" circadiano programa los cambios cíclicos diarios en el medio interno del cuerpo, de ese modo crea un día y una noche biológica. Los dos intervalos están delimitados por fuertes cambios en la función neuroendócrina, la temperatura corporal y el estado de vigilia. Durante la noche biológica se produce melatonina (una hormona natural), la temperatura corporal disminuye y la propensión a dormir aumenta.

Los autores de la investigación querían confirmar que la duración de la noche biológica, programada por el marcapasos circadiano, es mayor en los grandes dormilones. Para ello, el doctor Daniel Aescjbach y sus colaboradores del Hospital Brigham and Women y del Colegio Médico Harvard en Boston (EEUU), compararon a 10 personas que normalmente dormían más de nueve horas durante la noche y a 14 que usualmente pasaban menos de seis horas durmiendo. Los participantes pasaron despiertos 40 horas en un laboratorio por lo que ambos grupos soportaron las mismas condiciones.

Analizadas varias medidas, incluidos los niveles de hormonas, la temperatura corporal y el sueño, se observó que los sujetos que eran grandes dormilones tuvieron noches biológicas mayores que los que dormían menos.

Los resultados, publicados en el Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism, podrían explicar las variaciones en la cantidad de tiempo que se duerme. "El hecho de que el tiempo de la noche biológica varíe de una persona a otra puede explicar por qué es difícil cambiar los hábitos de sueño voluntariamente", explican los autores.

Las causas por las que hay esta variación en la programación interna del organismo entre unos individuos y otros todavía no se conocen, según los autores. Es posible que factores genéticos y ambientales puedan estar relacionados.

El hecho de que los niveles de melatonina durante la mañana de los grandes dormilones estén elevados, puede servir como un potencial uso para el tratamiento con esta sustancia en los ancianos que se despiertan durante la madrugada.

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El descanso, tema de análisis para expertos.

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