"Barco fantasma": Tedioso ensayo de terror

Marcelo Menichetti / Escenario

Un lujoso transatlántico de pasajeros que se extravió en el mar en 1962 es encontrado en la actualidad por un aviador, quien entusiasma a la tripulación de un remolcador para intentar el rescate. Sobre esa atractiva propuesta se apoya la película que no supera las promesas del enunciado y naufraga en un mar de lugares comunes del cine de terror y del cine a secas.

Los avezados marinos se encuentran con un barco habitado por espíritus de personas que fueron víctimas de un horrendo crimen masivo y con el hecho de que hay un tesoro que despierta la codicia de todos. Luego de una serie de hechos inexplicables y pretendidamente aterradores que se suceden sin sorpresa, todo el andamiaje de suspenso pierde su efecto en forma indeclinable. Con un desarrollo previsible desde el comienzo, la historia se va cayendo poco a poco y se desinfla mucho antes que llegue el final de la película, arrancando más bostezos que sentimientos de terror.