Continuidad de los aciertos

El próximo domingo la sociedad santafesina y los rosarinos tendremos la oportunidad y la responsabilidad de elegir a las autoridades provinciales y municipales. Para eso debemos tener presente la experiencia vivida desde la recuperación de la democracia en 1983. Los tres intendentes desde esa fecha aportaron al crecimiento de la ciudad y a una sana administración. Sin miedo a equivocarme puedo decir que fueron administraciones para considerar, y sus protagonistas quisieron parecerse a Luis Cándido Carvallo. Digo quisieron porque no lo lograron como tampoco lo lograron los gobernadores que intentaron emular a Carlos Sylvestre Begnis. Cabe también hacer una valoración de las actitudes políticas de quienes ejercieron el Ejecutivo municipal, pero con honestidad intelectual solamente podría referirme a uno de ellos ya que formé parte de su equipo de gobierno, pero no creo oportuno hacerlo en esta instancia. Dejo que cada ciudadano que conoce los motivos por los cuales decidí alejarme de la actividad política haga su propio juicio de valor. De lo que sí estoy seguro es que ninguno de ellos debería repetir otro mandato como intendente. Ya fueron, es tiempo de nuevos dirigentes. El perfil del nuevo intendente deberá diferenciarse de los señalados. Hoy se requieren hombres que interpreten las necesidades actuales de la ciudad, que sepan conservar los logros obtenidos y al mismo tiempo militar con fervor democrático en la defensa y el fortalecimiento de la institución municipal. Que sepan demostrar y convencer sobre las ventajas comparativas que la ciudad presenta para la inversión. Que sepan distinguir los esfuerzos de los empresarios locales que en la última década debieron soportar los embates de las competencias desiguales. La gran oferta electoral no hace a la calidad. Por la ciudad, por la región, no nos equivoquemos. Ignoremos a los improvisados.

Jorge V. Aseguinolaza