 | lunes, 25 de agosto de 2003 | Con las bateas semivacías Se sabe, desde la caída del 1 a 1 las bateas de las disquerías argentinas se vaciaron de discos importados. El jazz, con un público que se agrandó en el país últimamente, edita la mayoría de sus discos fuera de la Argentina. Los nuevos discos no entran más a la Argentina -al menos a precio razonable- y las viejas glorias con sus discos originales desaparecieron también de las góndolas y de los catálogos. Nada se sabe por ejemplo de los últimos títulos del trompetista Dave Douglas, del pianista Keith Jarrett y del contrabajista inglés Dave Holland (los dos últimos son editados por el sello alemán ECM). Sólo un porcentaje menor se edita hoy en la Argentina, representado por figuras que se adaptaron mejor al mercado: Diana Krall, Michael Brecker y Charlie Haden (Verve/Universal), Cassandra Wilson (Blue Note/EMI) y Brad Mehldau (Warner).
El resto del mercado está integrado por los discos que los músicos argentinos editan en el país, que no son muchos por cierto. Generalmente, con un gran esfuerzo independiente, escasa difusión en los medios y una pésima distribución en las disquerías. Acqua y Epsa, dos sellos nacionales, son los que más atención ponen en el jazz, mientras que la multinacional EMI editó el último disco del pianista Adrián Iaies.
En Rosario, el sello BlueArt fue creado para absorber la mayoría de los proyectos locales. Los últimos discos de El Umbral, del dúo Olivera-Lúquez, La Revancha (de próxima edición) y hasta el disco en vivo del porteño Gerardo Gandini, son productos del joven sello. Mientras que EMR, el sello municipal, lanzó a grupos como Trío de Guitarras" y pronto editará el primer disco solista del legendario Chivo González. enviar nota por e-mail | | |