| domingo, 24 de agosto de 2003 | Se temía una ruptura Mientras crece la tensión entre la Argentina e Irán, y este país estudia romper relaciones diplomáticas, comenzó a circular la preocupación por los efectos comerciales que podría producir una ruptura. Irán es actualmente uno de los principales compradores de productos argentinos. En 2002 compró bienes al país por una cifra superior a los 342 millones de dólares mientras que en 2001 esa cifra había sido algo superior: 419 millones de dólares. El país islámico se destaca por ser el segundo comprador de trigo de la Argentina y el cuarto de aceites. De ahí surge la preocupación de los exportadores, que temen perder a uno de sus clientes más importantes.
Las tensas relaciones bilaterales ya cuentan con un grave antecedente: entre mayo de 1998 y abril de 2000, Irán decidió no comprar productos argentinos. En aquella ocasión, la medida había sido tomada luego de que el gobierno de Carlos Menem adjudicara a Teherán la responsabilidad por la explosión de la Amia.
Durante casi dos años, Irán canceló sus pedidos de cereales, arroz, aceites y harinas de soja y girasol, carnes y otros productos agroindustriales por un valor de 700 millones de dólares anuales. Los exportadores perdieron a un importante cliente con el que se mantienen relaciones comerciales desde hace más de 30 años y que se caracteriza por ser cumplidor y por pagar al contado. enviar nota por e-mail | | |