 | domingo, 17 de agosto de 2003 | Fuerte polémica por la legalización del aborto Se juntaron en el salón del subsuelo de la Facultad de Ciencias Económicas. Pero en un rincón estaban las mujeres que luchan por la despenalización del aborto, y en otro, aquellas que decían defender la vida. Las cerca de sesenta habían optado por el mismo taller a pesar de las diferencias ideológicas, y justamente por eso el debate se tornó tenso y polémico. Con decir que la discusión ya había terminado pero muchas todavía se preguntaban "por qué personas que están en contra del aborto participan en un grupo de discusión que plantea lo contrario", es decir, que trata las estrategias para un aborto legal y seguro.
La temática era clara, pero la discusión se tornó un tanto complicada. "Cualquier persona tiene derecho a decidir sobre su cuerpo. Pero eso no pasa porque vivimos en una sociedad patriarcal y opresora, que violenta los derechos de las mujeres y que además las mata", expuso Zulema Palma, miembro de la agrupación Mujeres al Oeste, de la provincia de Buenos Aires.
Fue en ese momento cuando Inés Italiani, una participante de Posadas, Misiones, saltó indignada de su banco. "Convivimos en sociedad, por lo tanto hay que respetar las leyes. Además, dentro de la salud entra la psicología y las mujeres que abortan tienen terribles secuelas psíquicas", dijo. Sus primeras palabras fueron reprobadas, a tal punto que la mujer tuvo que abandonar el salón.
No era la única que estaba en contra del aborto. María Margarita Font era otra: "Vine a este taller para que no se diga que el cien por ciento de las mujeres están a favor del aborto, porque no es así", aseguró. A pesar de admitir ser católica, la mujer aclaró que "nadie" la mandó a boicotear la libre exposición sobre el tema, tal como se comentó en los pasillos de la facultad.
Cuando Font aclaró que no pensaba sentarse junto a alguien que haya abortado -a pesar de que esa confesión también formó parte del taller-, Mariel Páez sentenció: "Fui dirigente de Acción Católica y puedo decir que muchas mujeres que comulgan también abortan. Estoy cansada de la hipocresía, quien no quiere hacerse un aborto que no se lo haga y listo".
En el taller había profesionales, dirigentes barriales y mujeres que llegaron por simple "curiosidad" -como dijo una-, pero también se acercó la diputada nacional socialista María José Lubertino. Este diario le preguntó por qué la mayoría de los funcionarios evitan pronunciarse sobre el aborto: "La mayoría son varones, por lo tanto no tienen muy claro cuáles son las necesidades de las mujeres. Y además porque hay una estructura patriarcal instalada en Argentina", concluyó. enviar nota por e-mail | | |