| domingo, 03 de agosto de 2003 | La gente llegó con renovadas ilusiones Luis Castro / La Capital La expectativa por ver al nuevo Newell's era muy grande. Nacía una nueva esperanza. Por eso, alrededor de 2.500 almas leprosas desafiaron sus bolsillos y el mal tiempo, volvieron a invertir en el equipo y se llegaron hasta el estadio enclavado en el sur del Gran Buenos Aires para dar su presente y acompañarlo en el lanzamiento en busca del protagonismo en el torneo Apertura. No querían estar ausentes en el estreno y llegaron a destino con todas las ilusiones renovadas.
Los colectivos, combis y autos que trasladaron a los leprosos rápidamente eran detectados en la ruta por las banderas que vestían a los vehículos y por los cánticos que ensayaban en pleno trayecto hacia el reducto del Taladro.
Después de tantas frustraciones y sinsabores, la llegada de nuevos refuerzos para tratar de armar un equipo verdaderamente competitivo y que tenga aspiraciones de ser protagonista generó un nuevo voto de confianza de un pueblo leproso que respondió colmando casi en totalidad la popular visitante. Y desde bien temprano la gente se mantuvo alborozada y calentó sus gargantas desafiando la gélida tarde nublada.
Hubo mucho sufrimiento y lamentos cuando la pelota deambulaba por el arco de Noce, pero esta vez estuvo empecinada y el cero se mantuvo inamovible. Los hinchas se mostraron fastidiosos por no haber podido gozar de una victoria, pero con cierto entusiasmo porque hubo otra actitud. Por eso el final mostró a la gente y los jugadores aplaudiéndose en simultáneo. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Los hinchas leprosos no dejaron solo al equipo. | | |