| domingo, 03 de agosto de 2003 | Zapatillas: entre el deporte y la moda El calzado deportivo ya no se utiliza sólo para correr o ir al gimnasio. Las zapatillas se han convertido en un elemento más del vestir. El truco consiste en saber cuál es "la que está más de onda".
Richard Wharton, especialista internacional sobre el significado cultural del calzado deportivo, explica con una pirámide qué tipo de personas se corresponden con los diferentes modelos. En su parte inferior se encuentran los despistados, una mayoría para quienes las zapatillas y los deportes suelen ser un campo totalmente desconocido. En la cima de la pirámide se encuentra un pequeño grupo que vive y muere con las zapatillas puestas y por nada del mundo se dejaría ver con un modelo equivocado. Según Wharton, son personas que suelen trabajar en medios de comunicación y por eso están más sintonizadas con lo visual, que con la moda en sí.
El siguiente grupo de la lista es el que llama adictos al diseño. Si bien no son fieles a una marca, llevan lo último. A la tercera categoría la denomina futboleros. Son tipos convencionales que llevan zapatillas cómodas y clásicas. El siguiente grupo de la jerarquía, según la clasificación de Wharton, es el más numeroso y lo nombra ovejas porque siguen la moda predominante, pero sin saber por qué. La quinta categoría la forman los tecnourbanos, son jóvenes que les interesa la moda deportiva y por eso eligen marcas.
Nuevos modelos
Las zapatillas de lona con cordones y suela de goma datan del siglo XIX. La primera zapatilla deportiva popular apareció en 1917: la clásica zapatilla de tenis. El modelo de media caña salió dos años más tarde, y durante mucho tiempo fue la más popular en EEUU. El refuerzo del tobillo hizo que fuera especialmente idónea para algunos deportes. Mientras tanto en Alemania, Adolf Dassler y su hermano Rudolf empezaron a fabricar zapatillas para correr, incorporando unas tiras de cuero en la parte superior a modo de refuerzo.
En 1948 los hermanos Dassler se separaron: uno fundó la legendaria empresa de las tres tiras y el otro la del mítico animal felino. Cada uno luchó por dominar el mercado internacional del calzado deportivo. En la década de los 50 ambas empresas habían empezado a regalar zapatillas a los corredores famosos. La competencia entre ambas alcanzó nuevas cotas durante los Juegos Olímpicos de México de 1968, al rumorearse que las estrellas de la pista descubrirían billetes de 100 dólares en sus nuevos calzados deportivos.
En 1971 la tecnología dio un paso adelante con las primeras zapatillas que venían con innovadoras suelas hechas de hexágonos, los talones en forma de cuña y la parte superior de nylon. La aparición de este modelo para correr, surgió junto a la moda del jogging. Sin embargo, los acontecimientos sociales contribuyeron tanto o más que los avances tecnológicos a la creciente popularidad de las zapatillas.
La huelga de transporte de Nueva York en 1980, paralizó temporalmente el tráfico y muchas mujeres empezaron a usarlas para acudir al trabajo, guardando los zapatos en la cartera. Pero mayor influencia tuvo la moda del fitness a principios de los 80. A pesar de que la mayoría que asistía a clases de fitness eran mujeres, no existía un calzado que respondiera a sus necesidades hasta la creación de las zapatillas aeróbicas.
Según los árbitros de la moda, el efecto ligeramente liviano que ofrecen, es una parte de su encanto. Sin embargo, no todos estaban de acuerdo con esa apreciación, y los franceses en particular, se rieron del gusto de la mujer norteamericana que las calzaban con trajes de ejecutiva. Los que se dedican al estudio de los estilos actuales, distinguen entre las que acuden al trabajo con zapatillas y luego se ponen su calzado y las que las usan también mientras trabajan.
Hoy en día a nadie le interesa la tecnología que se incorpore al calzado deportivo, sino que sea cómodo, y mientras algunas firmas declaran que sus modelos son puramente funcionales, el diseñador de una marca reconocida ha manifestado que diseña zapatillas que no tienen nada que ver con el deporte, sino con la vanidad y la moda.
Agostina Chianalino
Diseñadora
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