| domingo, 03 de agosto de 2003 | El cazador oculto: El deber ser del rocker argento Ricardo Luque / Escenario ¿Qué es ser políticamente correcto para un rocker criollo? Easy man, desayunar leyendo Página, tomar Fernet con Coca, mirar "Televisión registrada". También hay que elogiar a Luis, compadecer a Charly y seguir los sabios consejos de León. Pero eso no es todo. Para gozar las mieles del establishment del rock hay que tocar en recitales a beneficio, prender los encendedores cuando las Madres suben al escenario y emocionarse hasta las lágrimas cuando se recuerda a John y a Federico y a Miguel. Pero para ser un rocker políticamente correcto con todas las de la ley hay que, por sobre todas las cosas, mofarse de Roberto Pettinato. De sus dubitativos fraseos de saxo en Sumo, de sus trajes rojos y camisas amarillas en "La noche del domingo", de su encarnizada defensa de los artistas en la entrega de los Martín Fierro. Para asegurarse un lugar en el Olimpo del rock vernáculo hay que despotricar contra "Indomables" y, por supuesto, no ver el programa. O mejor, decir que por nada del mundo se sentaría a ver un programa como "Indomables" y en realidad de lunes a viernes, de 21 a 22, no hacer otra cosa que pegar la nariz a la pantalla de América. Pero, a decir verdad, para tocar el cielo con las manos no hay como ser bendecido por Jorge. ¿Hay algo más políticamente correcto que cortinar "Día D"? Nada. Por supuesto. Si no pregúntenle a Iván Noble, que con su baladita de protesta "Argentinamente" se ganó la condecoración que luce orgulloso en el pecho. La merecía, por supuesto, hace años que mantiene una conducta de fierro. Si hasta se animó a augurarle "un buen cáncer en los huevos para los Galtieri, para los Massera". Un hit de FM. Su composición del rocker políticamente correcto es impecable. Infinitamente mejor que la del Mudo de "099 Central". Pero no perfecta. A la hora de la verdad al pibe se le cayó la careta. Pidió disculpas, se confesó dolido por haber tocado en un lugar donde se habían pergeñado los peores horrores de la dictadura militar, pero igual se subió al escenario de Rock & Feller's. Le faltó el coraje que sí tuvo Petti. Igual lo aplauden las masas. Son las reglas de juego del rock and roll. Al que le guste bien y al que no, también. enviar nota por e-mail | | |