"Lágrimas del sol": Un ejercicio chauvinista

Marcelo Menichetti / Escenario

La patente de inmortal que Bruce Willis adquirió con la saga de "Duro de matar" también mostró su limitada galería de gestos de los que abusa para mostrar que es fuerte, incorruptible, indoblegable y letal a la hora de pelear. El actor subraya sus limitaciones en este filme que lo lleva a Nigeria comandando un pelotón que aterriza en medio de una revuelta intestina, en la que un ejército rebelde depone al gobierno y pasa a cuchillo a gran parte de la población. Con una pueril simplificación el filme está teñido de un excesivo chauvinismo, lindante con lo panfletario y naufraga en su propio mar de debilidades.