Solución parcial para el destino de los residuos

Al final, Rosario depositará la basura en un predio de Ricardone

Provincia y municipio firmarán mañana un acuerdo provisorio mientras se busca un sitio dentro del ejido urbano

El conflictivo destino final de los residuos rosarinos tendrá mañana una solución parcial. La provincia y la Municipalidad firmarán un acuerdo que permitirá depositar la basura en Ricardone. En el escrito, las autoridades rosarinas se comprometerán a poner en funcionamiento "en no más de 120 días" un nuevo relleno sanitario que estará ubicado dentro de la ciudad y para esto ya tienen en estudio "dos o tres lugares de la zona sudoeste".

Así lo confirmó ayer el titular de Servicios Públicos del municipio, José León Garibay, quien se mostró conforme por el acuerdo alcanzado y admitió que así "se podrá destrabar una situación conflictiva".

Garibay se reunirá mañana con el secretario de Medio Ambiente provincial, Aníbal Vázquez, y firmará el acuerdo que pondrá paños fríos al debate que se generó a principios de julio, cuando Santa Fe le prohibió a Rosario que siguiera depositando sus residuos en el relleno de Ricardone.

Según precisó Vázquez, "lo que realmente se hace con este acuerdo es solucionarle la emergencia a Rosario. No queremos que sus habitantes se encuentren ante el problema de que no se recogen más los residuos", aseguró el funcionario.

Lo cierto es que a raíz de este acuerdo Ricardone se convertirá en un depósito provisorio mientras Rosario decide la ubicación de un nuevo relleno. Y para esto, Garibay admitió que "ya hay en carpeta dos o tres lugares en la zona sudoeste", aunque no trascendieron las ubicaciones exactas.

No obstante, el debate sobre la disposición final de los residuos no terminará allí, ya que la Secretaría de Medio Ambiente provincial se comprometerá mañana a gestionar encuentros entre las autoridades comunales de Alvear, Villa Gobernador Gálvez y Rosario para avanzar en la idea de concretar un relleno sanitario que englobe a toda el área metropolitana.

El debate sobre el destino final de las casi 400 toneladas diarias de residuos que produce Rosario comenzó a recalentarse a principios de julio. Por esos días, la Secretaría de Medio Ambiente provincial le prohibió a Rosario depositar su basura en el relleno de Ricardone. Y previamente ya había bochado el vertedero de Alvear.

Así, los funcionarios rosarinos se vieron en una encrucijada y las críticas no tardaron en llegar. Es más, el intendente Hermes Binner llegó a aceptar en un momento la irónica idea de tirar los residuos en el propio despacho de Aníbal Vázquez.

La solución de emergencia fue llevar los residuos al depósito Gallego III, pero allí se encontraron con la férrea oposición de los vecinos del Camino Viejo a Soldini, quienes no dudaron en hacer piquetes para evitar que las bolsas de basura volvieran a arrojarse a metros de sus casas. Pero en ese predio, la Municipalidad también tiene otro inconveniente: la Justicia dictaminó que a mediados de este mes el lugar deberá quedar definitivamente cerrado.

Ante este panorama, el acuerdo que se firmará mañana les dará oxígeno a los funcionarios rosarinos, que ahora deberán sumergirse de lleno en la búsqueda de nuevos terrenos para instalar rellenos sanitarios. No obstante, en el Camino Viejo a Soldini los vecinos siguen alerta.