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 domingo, 03 de agosto de 2003

Guía del chiche más adecuado en cada etapa de desarrollo

Que un niño no juega igual a los 3 meses que a los 7 años parece una verdad de Perogrullo. Pero, ¿qué hay que tener en cuenta de estas diferencias al momento de comprar un juguete? La terapista ocupacional María José Borsani se anima a dar algunas respuestas:

0 a 6 meses: El mayor estímulo para este chico es la voz de la madre; los ruidos estridentes o los movimientos muy rápidos lo asustan. A los muy chiquitos les gustan los móviles sonoros muy suaves. Cuando comienza a chuparse la mano y a sostener objetos (es indispensable que su material no sea tóxico), se le puede regalar un sonajero, mordillo o algún peluche. Es importante saber que el chico aquí, por atravesar su fase oral, conocerá el mundo con la boca; hay que tener cuidado con los objetos que pueda tragar (ojitos y bigotes de muñecos, por ejemplo).

6 a 12 meses: El niño comienza a coordinar las manos con la mirada. Conoce el mundo por sí mismo, tira los objetos, los golpea, sigue su trayecto y le gusta que las cosas desaparezcan y aparezcan, porque arma así las ideas de ausencia y presencia. Conviene regalarles juguetes que no se rompan como cubos, tentempiés y aros plásticos.

12 a 24 meses: Comienza a gatear y caminar; se transforma en un deambulador. Para él el desplazamiento es tan importante que le gusta todo lo que se puede arrastrar, encastrar y hacer rodar, como las pelotas, torres, camiones, ollitas y los teléfonos para discar. Además, como comienza a hablar, señalará las imágenes de sus primeros cuentos (mejor si son de tapa dura y pocas ilustraciones) y emitirá sonidos onomatopéyicos. Empieza a disfrutar de muñecas y autitos, típicos presentes que eligen, según el género, los adultos.

De 2 a 4 años: El chico pasa de la fase oral a la anal (deja los pañales y de ser limpiado en cada micción, conquista la autonomía corporal). Le gusta enchastrarse por eso elige jugar con masillas, plasticolas y pinturas. También disfruta de disfrazase e ir a la escuela como los más grandes, pide fibrones y lápices para escribir y dibujar.

De 4 a 7 años: Alrededor de los 5 años atraviesa la fase edípica y las cuestiones relacionadas con las leyes que rigen a las cosas (los juegos, la escritura) y a las personas. Le gusta el juego reglado como la oca y el dominó o el que estimula su memoria y atención como el memotest. También crear reglas con sus pares al jugar a las bolitas, a los trompos o a la pelota. Comienza a jugar a las cartas, primero por palo (a la casita robada) y luego, cuando incorpora el número, se anima con el chin chon y la escoba.

Más de 7 años: Despliega sus habilidades de lectura y de cálculo en actividades grupales y competitivas. Le gusta jugar a la guerra, al Estanciero y comienza a leer cuentos más largos. También disfruta plenamente de los deportes.

Púberes (11 hasta 14 años): Dispuesto a separarse de los niñitos y desplazarse solos, los chicos se divierten en esta etapa con los rollers y patinetas. Y además, como les interesa mantenerse en grupos, se reúnen en la vereda, plaza, salones de venta y casas de videojuegos. Este es el juguete más deseado en esta edad.

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