Pedirán a la Legislatura santafesina autorización para concretar la expropiación

Intentan evitar la demolición del centro de detención La Calamita

Presentan un proyecto para que el predio pase al patrimonio municipal y constituir un museo

Marcelo Abram / La Capital

Granadero Baigorria.- Un grupo de militantes políticos y sociales de esta ciudad comenzó a organizar un programa de movilizaciones tras conocer el inicio de una serie de trabajos de demolición en el lugar conocido como La Calamita, que durante la última dictadura militar funcionara como centro clandestino de detención y tortura.

Alarmados por la novedad de que unas palas mecánicas habían comenzado a demoler un espacio donde existían cinco calabozos individuales donde supuestamente se habrían aplicado tormentos a los detenidos, los militantes se reunieron recientemente en el centro comunitario Pocho Lepratti y crearon una comisión "en defensa de la memoria y en contra de la impunidad".

Sobre esta cuestión, el edil Alfredo Secondo propuso ante el Concejo la necesidad de declarar al lugar de utilidad pública y sujeto a expropiación para destinarlo a erigir el Museo de la Memoria de Granadero Baigorria.

En su proyecto de ordenanza el concejal también incluye que se solicite a la Legislatura de la provincia la autorización correspondiente para proceder a expropiar el mencionado predio e instruir al Departamento Ejecutivo para que luego de la respuesta legislativa implemente los procedimientos establecidos en la ley vigente sobre la materia.

Asimismo, sugiere encomendar a la Municipalidad que en la elaboración del presupuesto correspondiente a 2004 realice las previsiones pertinentes tendientes a efectivizar la indemnización que corresponda para concretar la iniciativa.

Por su parte, los integrantes de la flamante comisión explicaron que su idea es comprometer tanto al Concejo como a Legislatura santafesina "para que tomen cartas en el asunto y eviten la desaparición física de uno de los lugares que representan el horror de los años de plomo que sufrió nuestro país con la aplicación del terrorismo de Estado".

Consultado por La Capital, el militante de Izquierda Unida local Hugo Cravero señaló que "las palas mecánicas estaban colocando tierra sobre los restos del galpón, borrando parte de la historia más negra de Granadero Baigorria".

También afirmó que "es un deber de todos los militantes sociales de base no permitir el derrumbe y el ocultamiento de la verdad, porque debemos conservar ese lugar como un símbolo de memoria para que todos sepan qué pasó allí y por qué paso".

Más adelante sostuvo que la comisión espera tener el eco adecuado "para que La Calamita deje de ser un espacio en ruinas y pase a ser parte del Museo de la Memoria en nuestro país, en momentos en que desde la Presidencia de la Nación, como nunca ocurrió desde que se reinstauró la democracia, se busca seguir adelante con la vía judicial contra los represores de la dictadura".

El concejal Secondo fue coincidente con esas aspiraciones al sostener en los considerandos de su proyecto sobre La Calamita que "Granadero Baigorria tuvo el triste privilegio de que en su jurisdicción se instalara un centro clandestino de detención y que como existen evidencias de una inminente demolición de las instalaciones y con ello de la pérdida de un testimonio material del holocausto sufrido por nuestro país se hace necesario que para preservar la memoria colectiva ese predio debe pasar al patrimonio municipal".

También recordó que "los pueblos que no tienen memoria tampoco tienen futuro", por lo que consideró necesario no olvidar que "el sistema de terror instaurado diezmó a la porción más lúcida de toda una generación que sólo aspiraba a que en nuestro país impere la igualdad, la equidad y la justicia social".

La Calamita es un predio que está ubicado en la calle Eva Perón 1530 de Granadero Baigorria y desde finales de 1976 hasta mediados de 1978 funcionó como sitio de detención de personas, de lo que se tienen numerosos testimonios y que se habría caracterizado por su extrema crueldad. Se sospecha que hubo una segunda etapa de operaciones que estaría comprendida entre 1979 y 1982.

La edificación en peligro está ubicada en el centro de un lote de cinco hectáreas, donde había una antigua bodega, y fue prestada al Segundo Cuerpo de Ejército para sus actividades clandestinas. En el lugar se conservan los restos de las celdas, las barreras militares y hasta un árbol añoso que en su tronco conserva los orificios producidos por los impactos de bala.

Según algunas afirmaciones, en Granadero Baigorria habrían sido alojados unos cien detenidos que provenían desde distintos puntos del país y también habría funcionado otro centro similar en un chalet ubicado del otro lado de la autopista Rosario-Santa Fe, que fue demolido.

La Calamita, centro de detención y tortura.