Chicos con mérito propio

Alumnos de la Escuela Nº 1.319 superaron la media en una prueba internacional de lectura

Marcela Isaías / La Capital

Una prueba internacional, que evalúa los progresos a la hora de leer con propósitos informativos, ubicó a un grupo de alumnos de la Escuela Nº 1.319 José Ortolani, de Rosario, por encima de la media registrada a nivel nacional. Mientras el promedio general fue de 422 puntos (sobre una escala de 500), los chicos de este colegio ubicado en pleno corazón de Empalme Graneros -Génova y Cullen- alcanzaron 436 puntos respecto de la comprensión de textos informativos. Los secretos del éxito de esta escuela -que cuenta con una incipiente biblioteca y que fue varias veces noticia por haber sufrido 14 robos entre fines de 2001 y principios de 2003- se entienden por la labor de la maestra que en ese momento estuvo a cargo del grupo y por la lectura del diario en el aula.

La prueba, que desarrolló la IEA -cuya sigla en inglés significa Asociación Internacional de Evaluación de la educación de Jóvenes-, es conocida como Pirls (también en inglés, significa Estudio Internacional sobre el Progreso de Alfabetización Lectora). La Argentina participó en noviembre de 2001, pero los resultados fueron difundidos hace poco tiempo. Por eso los chicos que en ese momento cursaban el 4º año de la EGB ahora están en el 6º.

En la prueba realizada en la Argentina participaron 3.300 alumnos correspondientes a 138 establecimientos educativos, mientras que a nivel mundial la medición se realizó en 35 países. El estudio evalúa el progreso de la alfabetización lectora y se realiza con los chicos del 4º año de escolaridad. Apunta en líneas generales a unir los términos lectura y alfabetización de manera de "obtener una expresión que permita describir la habilidad de una persona para entender y utilizar aquellas formas del lenguaje escrito que son requeridas por la sociedad o valoradas por el individuo".

Se realiza con chicos que tienen entre 9 y 10 años, o que cursan el 4º año de la escuela básica, porque se considera que es un año de escolaridad clave, ya que es cuando se produce un punto de transición importante en el desarrollo de los niños como lectores: los alumnos -sostiene el estudio- ya han aprendido cómo leer y ahora están leyendo para aprender.

En este sentido, la prueba enfoca tres aspectos de las habilidades lectoras: proceso de comprensión, propósitos para leer y conductas de lectura y actitudes. Los dos primeros organizan el examen escrito de comprensión lectora, el último aspecto es recogido a través de un cuestionario para el estudiante y otros para padres, maestros y directores. Además de la lectura con propósitos informativos, la prueba midió la comprensión lectora con propósitos literarios. En este caso, el mismo grupo de 25 chicos alcanzó 403 puntos sobre una media de 419 registrada en el país.

En una nota enviada a la escuela Ortolani, la Dirección Nacional de Información y Evaluación de la Calidad Educativa (Diniece) destacó la participación del establecimiento, ya que permite a la Argentina ingresar "a la agenda internacional en materia de evaluación" educativa y, además, contar con "disponibilidad de información para el análisis de diferentes aspectos de la política educativa".

Marisa Torchio hace 12 años que trabaja de maestra. La realidad de la escuela donde ejerce su profesión le presenta más de un desafío diario: los problemas sociales de sus alumnos son diversos, van desde las carencias económicas hasta las afectivas. Las dificultades a la hora de aprender se multiplican, entonces, en igual grado. Pero, lejos de pensar que "con estos chicos no se puede", Marisa se empeña en trabajar con un "sí se puede".

Y al parecer esta convicción de sueños y utopías que mueve la tarea de enseñar dio sus frutos. Al grupo que participó en la prueba lo había tomado en 3º año de la EGB, con serias dificultades en la escritura y lectura. "Utilicé con ellos muchos textos, los que tenía a mano; me gusta leerles en voz alta, contarles cuentos y además con ese curso trabajamos mucho con los diarios", comentó.

"Voy y vengo muchas veces sobre las lecturas hasta que el chico las comprende, las puede explicar con sus propias palabras y desarrollar así ideas propias", dice la maestra para explicar lo que ella define irónicamente como la "técnica del machaque".

"Leíamos una noticia, la contábamos con nuestras palabras, a veces la titulábamos nosotros y otras veces la comentábamos con la seño", recuerdan Daiana, Sonia y Javier, alumnos que participaron en la prueba internacional, como para reafirmar los dichos de quien fuera su maestra de 4º. A su vez, la vicedirectora del turno tarde de la Escuela Nº 1.319, Cecilia Ciullo, rescata el empeño de Marisa como docente y su trabajo con la diversidad de textos y la oralidad.

Los logros de esta escuela se dan dentro de una gran paradoja, ya que este establecimiento es uno de los 132 que forman parte del Proyecto Focalizado de Mejoramiento Pedagógico, aquel que este año implementó el Ministerio de Educación provincial con escuelas muy pobres para revertir la deserción escolar. "La explicación que tiene esta contradicción de números y resultados es que los primeros no siempre reflejan el trabajo docente que se da en el aula", aseguran categóricas las vicedirectoras de la 1.319, Miriam Donnarumma y Cecilia Ciullo.

Además de la Argentina, entre los 35 países que se sumaron a la prueba estuvieron Bulgaria, Canadá, Colombia, Inglaterra, Francia, Alemania, Grecia, Hong Kong, Israel, Italia, Kuwait, Marruecos, Holanda, Nueva Zelanda, Singapur, Turquía y Estados Unidos. La IEA, organismo promotor de Pirls, es un centro de estudios internacionales que integra un consorcio junto con el Boston College y se dedica a dirigir estudios comparativos en logros educacionales. Además de la investigación sobre comprensión lectora, desarrolla estudios conocidos como los de Matemática y Ciencias (TIMSS) y de Educación Cívica (CivEd).

Maestra y alumnos de la escuela Ortolani.