| miércoles, 30 de julio de 2003 | Uno de los prófugos está acusado de homicidio Un suboficial, que está implicado en secuestros extorsivos, fue imputadopor la masacre de Wilde El suboficial Osvaldo Lorenzón, prófugo de la Justicia que lo investiga por integrar una banda de secuestradores, fue uno de los 12 policías imputados en la denominada Masacre de Wilde, ocurrida en 1994, cuando efectivos asesinaron a cuatro civiles durante un supuesto operativo.
La vinculación de ese suboficial principal con el cuádruple crimen de Wilde fue confirmada por fuentes judiciales, quienes no pasaron por alto que varios de los policías investigados por hechos de secuestros extorsivos tenían antecedentes y sin embargo continuaban en actividad.
Lorenzón, que al igual que el ex jefe de Investigaciones Complejas de Lomas de Zamora, subcomisario Hernández, el oficial principal Adrián Tocci y el sargento ayudante Pedro Fernández, se encuentran prófugos y son buscados por orden judicial por su presunta vinculación con el secuestro extorsivo y robo calificado contra un hombre.
En la misma causa hay dos policías detenidos, los oficiales Daniel Cayo y Carlos De Santis, mientras otros cuatro que habían sido arrestados fueron liberados con falta de mérito.
El subcomisario Hernández había estado preso por la extorsión y el robo contra un comerciante cometidos a mediados del 2002 y también está acusado de otro hecho similar contra el hijo de un comerciante, que fue secuestrado y liberado por dinero, en julio del año pasado.
Lorenzón, en tanto, estuvo detenido e imputado por la Masacre de Wilde, aunque en junio de 1999 fue sobreseido por la Justicia, al igual que otros nueve acusados.
La Masacre de Wilde ocurrió el lunes 10 de enero de 1994, cuando 12 policías de la entonces Brigada de Investigaciones de Lanús persiguieron a los ocupantes de dos autos "al confundirlos con los delincuentes" que buscaban y los asesinaron a balazos, según declararon en su oportunidad.
Las víctimas fueron el remisero Norberto Corbo y sus pasajeros Claudio Mendoza y Enrique Bielsa, quienes viajaban en un Peugeot 505, y el vendedor de libros Edgardo Ciccutín, que manejaba un Dodge 1500.
Luego de permanecer unos meses con prisión preventiva, los policías fueron sobreseídos el 23 de noviembre de 1994 por los camaristas de Lomas de Zamora, Juan Silvestrini, Ernesto Devoto y Camilo Baccini.
Los beneficiados fueron el comisario César Córdoba, el subcomisario Oscar Mantel, los oficiales Hugo Reyes, Marcelo Valenga y Julio Gatto, y los suboficiales Osvaldo Lorenzón, Pablo Dudek, Eduardo Gómez, Carlos Saladino, Marciano González y Daniel Cinquino, quienes integraban la brigada de Investigaciones de Lanús, cuyo subjefe era entonces el comisario Juan José Ribelli, procesado luego por el atentado a la Amia.
Años después, en julio de 1996, en el marco de la causa por el atentado, el juez federal Juan José Galeano sugirió a la Suprema Corte bonaerense y a la Procuración General de ese cuerpo investigar a Ribelli por la masacre de Wilde, luego de que los fiscales del caso Amia acusaran a ese policía de "obtener dinero mediante arreglos con delincuentes para lograr la impunidad". enviar nota por e-mail | | |