| miércoles, 30 de julio de 2003 | Tecnología Prototipo Scania de ómnibus a hidrógeno En la carrera por encontrar un combustible para los vehículos que no contamine, el hidrógeno está sacando una diferencia. Es que el hidrógeno tiene varias ventajas: primero es el elemento más abundante en el universo, segundo en su uso como combustible se mezcla con el oxígeno del aire y genera agua destilada como único desecho. Además, se puede usar en los motores de combustión interna, adaptados claro, y también en pilas de combustible que generan electricidad. La contra es que es bastante cara su obtención, es decir aislarlo de la naturaleza y envasarlo.
Si bien ahora parece algo futurista, en los centros de investigación mundial se le da mucha importancia. En ese sentido, Scania tiene un acuerdo con Air Liquide y la Universidad de Génova cuyo primer fruto es un ómnibus con célula de combustible. El concept-bus es el resultado de un proyecto de tres años financiado por la Unión Europea.
Este prototipo de Scania es impulsado por una combinación de una batería de 600 voltios, el aprovechamiento de la energía de frenado y la provisión de electricidad de la célula de combustible. El propulsor de las celdas de combustible es el hidrógeno almacenado en tanques dispuestos en el techo del ómnibus. La única emisión resultante es agua y el consumo de energía se reduce en un 60%.
En los tanques ubicados en el techo se almacenan 800 litros de hidrógeno a presión. En la célula de combustible hay un conjunto de 110 celdas que producen 50kW cada una. enviar nota por e-mail | | Fotos | | |