| sábado, 26 de julio de 2003 | Un estudio sobre el presupuesto destinado a la educación indica que entre 1980 y 2002 la reducción salarial de los educadores sostuvo la expansión del sistema Por cuenta del salario docente Marcela Isaías / La Capital No pocas veces se ha especulado con que los docentes han costeado -y costean- de su bolsillo la educación que se imparte en la Argentina. Un estudio reciente confirma esta sospecha con datos concretos y asegura que la expansión del sistema educativo registrada entre 1980 y 2002 -cuando miles de chicos ingresaron a la escuela- fue financiada principalmente a través de la reducción de los salarios de los maestros. Es decir, los educadores pagaron este proceso con salarios bajos, retrasos, recortes y pagos en bonos; lo cual también significó un cambio sustancial en el patrón de reclutamiento de la carrera docente. Esta conclusión es una de las tantas a las que arriba una investigación encarada por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) y denominada "El desafío de un presupuesto educativo para todos".
Según advirtió el director del área de política educativa del Cippec, Axel Rivas, a La Capital, "en los 80 el retroceso del salario docente fue significativo frente a la expansión de la matrícula. En cambio, en los 90 el tema se vuelve más complejo" y entonces la afirmación ya no es tan tajante, dado que si bien hubo aumento en los salarios, el incremento fue mayor en la inversión educativa (equipamiento, infraestructura, etcétera).
De todas maneras, Rivas explicó que, aunque hay que relativizar los números según los ciclos económicos, si se toma el período de 20 años -entre 1980 y 2000- "se podría arribar a la conclusión de que el salario fue lo que permitió la expansión del sistema". Por si bastara un dato, por ejemplo entre 1996 y 2000 se incorporó un millón más de alumnos a la escuela. Además, agregó Rivas, el tema salarial recrudeció entre 2001 y 2002, ya que "el impacto de la inflación en los salarios fue tremendo".
Por otra parte, y en referencia a lo que pasa hoy con la situación de los maestros, añadió que "no hace falta indagar demasiado para darse cuenta que los salarios con un piso aceptable son más la excepción que la regla".
Financiamiento educativo El financiamiento educativo de estas décadas -entre 1980 y 2002- está analizado en el estudio del Cippec en dos grandes tramos. En el primero, referido a los 80, se indica que "el sistema educativo se expandió llegando a un aumento del 55% en la tasa de escolarización del nivel medio", pero que "el gasto educativo se mantuvo, en términos reales, prácticamente estable". Esto implica que dicha "expansión del sistema fue financiada por una reducción del salario docente de un 40%".
Pero en el caso de los noventa el estudio analiza la evolución del financiamiento educativo en tres períodos bien diferenciados. El primero abarca entre 1991 y 1994, donde "aumenta el gasto por la transferencia de servicios educativos a las provincias" y donde se debieron, por lo tanto, "equiparar los salarios de los docentes nacionales con los provinciales, que por lo general eran mayores".
El otro período arranca en 1994. Según se indica, "aumenta el gasto por el crecimiento de la matrícula y por la implementación de la ley federal de educación. El salario real docente creció un 8 por ciento". Este tramo culmina en 2001, cuando empieza otra etapa -llega a 2002- en que "el gasto educativo cae un 37% debido a la devaluación y la inflación sin indexación de salarios. Las remuneraciones reales de los docentes caen un 21 por ciento".
Las consecuencias Entre otras conclusiones a las que llega el estudio del Cippec sobre este período, se indica que los presupuestos educativos "no alcanzan para dar educación para todos (ni siquiera cumpliendo con la obligatoriedad; la realidad de las provincias es lo que demuestra empíricamente este punto" (ver aparte), y menos aún "alcanza para dar educación de calidad para todos".
Otro de los hechos que se desprenden como consecuencia del magro salario de los educadores es el cambio de modelo que se registra en el reclutamiento para la carrera docente, algo que, según entiende Axel Rivas, ya no es un problema que se verá a futuro porque en realidad "ese futuro ya está plasmado".
Este nuevo modelo indica que quienes eligen ahora la carrera docente provienen de los sectores más bajos. "Esto no sería un problema en sí -aclara Rivas-, el problema es que no ingresan motivados por el afán de conocimiento o la práctica de la enseñanza, sino que lo hacen buscando espacios laborales protegidos, con salarios bajos pero garantizados. Esto implica entonces un cambio en el patrón de elección en la carrera".
Pero hay más: a los magros presupuestos y a estos cambios registrados en el reclutamiento para la formación docente se suman las urgencias sociales que llegan a la escuela y junto con ellas -se indica en las conclusiones sobre estas décadas- una desviación en la tarea educativa. Esto significó -precisa Rivas- que la escuela poco a poco haya ido cambiando su identidad, "la palabra contención pasa a ser entonces una palabra cotidiana, que hace 20 años no existía en el ámbito educativo".
Según el especialista, esto marcó un cambio muy dramático para la escuela con distintas aristas, dado que por un lado le imprimió un rol más asistencialista, pero por otro se empezaron a discutir, por ejemplo, las características más bien expulsivas con las que nació en la Argentina la escuela media.
Por si fuera poco, en otro tramo de las conclusiones se afirma que "las consecuencias de la crisis afectarán al sistema durante los próximos dos años: se prevé mayor deserción de los alumnos que ingresaron en los últimos años a partir de la extensión de la obligatoriedad, comienzan a abandonar éste y los próximos años". enviar nota por e-mail | | Fotos | | El gasto educativo creció con la ley federal. | | |