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 domingo, 20 de julio de 2003

La policía británica dijo que el experto en armas David Kelly se suicidó
El gobierno de Blair sacudido por la peor crisis de sus seis años en el poder
El premier anunció desde Japón una investigación sobre la muerte del prestigioso científico. Piden su dimisión

Paul Majendie

Londres. - El gobierno del primer ministro británico Tony Blair ha sufrido un duro golpe con la muerte de un científico arrastrado a una feroz disputa política sobre los datos de inteligencia utilizados para justificar la guerra en Irak. La policía informó ayer que el ex inspector de armamento de la ONU David Kelly murió desangrado por un corte en su muñeca, sin indicios de que nadie más estuviera involucrado. "La autopsia ha revelado que la causa de la muerte fue una hemorragia por un corte en su muñeca izquierda", dijo un portavoz de la policía, lo que dejó pocas dudas de que fue un suicidio. Un cuchillo y una caja del calmantes fueron encontrados al lado del cuerpo de Kelly cuando fue descubierto el viernes cerca de su casa de campo en Oxfordshire en el centro de Inglaterra, según la policía.

Mientras, en un gira por el Extremo Oriente, Blair hizo un llamado para el "respeto y la moderación" ante las acusaciones lanzadas ante el descubrimiento de la muerte del científico. El premier nunca tuvo unas perspectivas de futuro político tan negras desde su llegada al poder en 1997 y ayer hubo varios llamamientos pidiendo su dimisión. Una gran mayoría de la opinión pública cree que la crisis provocada por la muerte de Kelly es gravísima. "Espero que podamos poner a un lado las especulaciones y las acusaciones y contraacusaciones", dijo Blair a los periodistas en Tokio cuando un reportero le preguntó si la muerte de Kelly estaba en su conciencia y si pensaba renunciar.

Las palabras del primer ministro llegaron mientras la prensa británica se lanzaba sobre el gobierno por el manejo del caso Kelly, presunta fuente de un informe de la BBC que denunció que el jefe de comunicaciones, Alastair Campbell, alteró un reporte sobre Irak para justificar la guerra.

Kelly, un biólogo del Ministerio de Defensa y ex inspector de armas de las Naciones Unidas, quien fue acosado esta semana en el Parlamento por su papel en la guerra de palabras, desapareció el jueves cuando caminaba por los alrededores de su casa. Un cadaver que coincidía con su descripción fue encontrado el viernes.


"Respeto y moderación"
Blair, que se enfrenta a lo que está tomando forma como la mayor crisis de sus seis años en el poder, lucía cansado y descompuesto cuando exhortó a los políticos y la prensa a "mostrar algún respeto y moderación". Sin embargo, su sombría apelación, hecha en Tokio en el inicio de un recorrido por el este de Asia, cayó en oídos sordos en Gran Bretaña, donde la prensa se lanzó sobre un gobierno acusado de estar tan obsesionado con las relaciones públicas que costó la vida a un hombre. "Lanzado a la muerte", decía el titular del tabloide izquierdista Daily Mirror, mientras que el periódico Independent dijo que Kelly fue "una baja de guerra".

El conservador Daily Mail no lanzó epítetos y atribuyó la responsabilidad al equipo de Blair en la calle Downing. "Un empleado público tímido y decente que había sido salvajemente vapuleado y maltratado por una maquinaria maliciosa e inmoral de Downing Street murió en un atormentado y trágico fin".

Blair, fustigado en Gran Bretaña por la forma en que llevó al país a la guerra en Irak, lucía optimista en el vuelo hacia Tokio después de una calurosa recepción de los políticos y la prensa en Washington. Sin embargo, todo había cambiado cuando emergió de la nave con el semblante opuesto en la capital japonesa. El momento no podía ser más desastroso, como lo describió el diario Mirror: "Mientras Tony Blair recibía 18 ovaciones de pie en el Congreso de EEUU, uno de sus principales expertos en armas de exterminio se quitaba la vida en un bosque de Oxfordshire".

El líder de la oposición conservadora, Iain Duncan Smith, demandó que Blair interrumpiera su visita a Asia pero aplaudió la decisión del primer ministro de iniciar una investigación independiente. Campbell, ahora en el ojo de una tormenta política, ya había regresado a Gran Bretaña luego del viaje de Blair a Washington y antes de las noticias de la muerte de Kelly. Una y otra vez, los noticieros de televisión repitieron las tomas de Kelly cuando era interrogado sin clemencia por una comisión parlamentaria que lo llamó "chivo expiatorio" del gobierno. (Reuters)

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El premier inglés está en Japon.

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